Por Andrea Olano
¿Qué es ser pionero(a)? Justamente con esa pregunta inicia la sesión uno (la primera de cuatro) del ciclo de inducción al movimiento social y político Pioneros, un proceso de formación en liderazgo ideado y puesto en marcha hace siete años por un grupo de jóvenes colombianos que para entonces llevaban casi una década trabajando en política de la mano del hoy alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán.
“Pioneros nació de la necesidad de transformar la política… de cambiar esa relación de desconfianza que existe entre la política y la ciudadanía. En Colombia los partidos se caracterizan por ser muy jerarquizados y no brindar un acceso real a los nuevos liderazgos, entonces nosotros nos preguntábamos cómo romper con todos esos imaginarios que la ciudadanía tiene sobre la política y sobre los políticos (…)”, explica José David Castellanos, exconcejal de Bogotá y fundador del movimiento.
Según Castellanos, Pioneros se pensó inicialmente como un “laboratorio” que pudiera formular estrategias innovadoras para lograr hacer diferente lo que la gente considera que no está bien de las prácticas políticas y de las conductas de quienes la ejercen, en sus palabras: “aparecer solo en campaña, no convocar a nuevas ciudadanías y no permitir el crecimiento de nuevos liderazgos que puedan desafiar a quienes concentran el poder y toman las decisiones”.
“Éramos jóvenes universitarios, estudiábamos de día y por la noche nos pensábamos el país. Recuerdo que decíamos: ‘es por la noche cuando se cambia el mundo’ y en esas inolvidables conversaciones se alimentó una urgencia de transformar la sociedad. Fue esta urgencia, combinada con la pasión y el talento de un grupo de humanos lo que nos llevó a crear un movimiento en donde todos y todas pudieran desarrollar sus talentos para transformar la política, el ejercicio de lo público y la sociedad. Queríamos ser los primeros en lograr esto y de allí viene el nombre de Pioneros”, cuenta Luisa Fernanda Gallo, cofundadora del movimiento y actual oficial de Cooperación de la Embajada de la Unión Europea en Colombia.
Fueron casi tres años de gestación los que condujeron a que ese anhelo de un grupo de jóvenes se convirtiera en lo que hoy es considerado por muchos analistas como “el carro eléctrico de la política colombiana”, un movimiento que ha logrado incidir de manera importante en la escena pública capitalina: ha participado activamente en cuatro procesos electorales (entre los que se cuentan las dos últimas campañas a la alcaldía y las más recientes elecciones de Congreso), ha mantenido una representación en el Concejo de Bogotá por tres periodos consecutivos, ha impulsado a candidatos a edil en diez localidades y ha obtenido dos curules durante dos períodos consecutivos en las Juntas Administradoras Locales de Usaquén y Teusaquillo. Además, en 2022 logró elegir veintiún consejeros que hoy integran los Consejos Locales de Juventud de la ciudad.
“Han sido siete años en los que, con varios triunfos y algunas derrotas electorales, hemos logrado demostrar que la política se puede hacer de manera decente, con altura, sin necesidad de caer en las innumerables trampas que existen en el medio”, testifica Jesús Araque, actual concejal de Bogotá y director ejecutivo del movimiento.
Tal como se enuncia en sus sesiones de inducción, el propósito superior o misión de este colectivo ciudadano es “la promoción de ciudadanías activas y la formación de líderes con principios éticos, capaces de desempeñarse en escenarios de representación ciudadana con las más altas calidades”.
“Cumplimos nuestra misionalidad cuando logramos que una nueva persona se interese en la política y se empieza a convertir en un líder político. Cuando esa persona entiende la importancia de lo público y lo colectivo, y comprende además que tiene las capacidades para tomar decisiones y ser líder desde cualquier ámbito social en el que se desempeñe, esa persona empieza también a transformar su núcleo familiar y su territorio: su cuadra, su barrio, su localidad, su ciudad y su país”, asegura Araque.
El gran diferencial
Precursores en qué o avanzados en qué, es la pregunta que se hace cualquier persona cuando le hablan de un movimiento o agrupación social con ese nombre, más aún si, como es el caso, la agrupación tiene un evidente tinte político. Por ello, y teniendo en cuenta que su objetivo es hablarle al 90% de los ciudadanos que no se sienten atraídos por la política, Pioneros busca desafiar y desmontar tres mitos que existen sobre ésta:
El primero: Que los políticos solo aparecen en campaña.
Contrario a esa afirmación tan común en nuestro tiempo, a través de su proceso de formación en liderazgo, Pioneros tiene un contacto permanente e ininterrumpido entre sus representantes políticos y sus militantes.
El segundo: Que en la política las decisiones se toman entre unos pocos.
Si bien es cierto que en muchos partidos políticos el poder se concentra en las cabezas, Pioneros tiene como bandera la adopción de reglas y modelos de democracia interna como, por ejemplo, la realización de consultas colectivas para elegir a sus candidatos a cargos de elección popular y/o la convocatoria y consulta a la militancia para la toma de las decisiones más importantes.
Asimismo, y en contraste a lo que comúnmente ocurre en otras agrupaciones políticas, Pioneros busca empoderar a sus militantes a través de la formación y la creación de redes de apoyo. Con ese fin, genera experiencias y ofrece oportunidades a sus miembros para adquirir conocimientos que le agreguen valor a sus proyectos de vida sin importar su edad, raza, identidad de género o nivel socioeconómico.
El tercero: Que los proyectos políticos requieren de un líder o `mesías’.
Según Jeannette Herrera, gerente de Formación de Pioneros, “transformar el ejercicio de lo público es una misión que no depende de una sola persona. Para nosotros son muchas pequeñas acciones en el presente las que pueden llegar a cambiar el mundo en el futuro, por eso, tenemos un lema sobre lo que queremos ser: un gran batallón de golondrinas que puedan hacer el verano que soñamos”.
En ese mismo sentido, Luisa Fernanda Gallo, cofundadora de Pioneros, asegura que “actualmente hay Pioneras y Pioneros aportando a la sociedad en muchos escenarios y ámbitos, y el éxito de eso se debe en buena parte a que se ha logrado conservar la esencia del proceso, el ser un espacio inclusivo, democrático, en el que prima lo colectivo y se valora lo más importante: el talento de las personas”.
Logros
Combatiendo los tres mitos y enarbolando la bandera de los nuevos liderazgos, el movimiento Pioneros se ha consolidado como una fuerza política importante en la capital del país y actualmente se le reconoce como una incubadora de líderes. Además, ha llegado gratuitamente a más de 1.600 personas a través de su proceso de formación, y aunque muchas de esas personas se han convertido en activistas sociales y políticos, otras simplemente han adquirido herramientas que les sirven para su vida personal y profesional.
“Antes de unirme al movimiento mi visión de las problemáticas sociales era limitada y no sabía cómo trabajar en equipo de manera efectiva, no tenía un espacio donde poner en práctica mis conocimientos y habilidades. En Pioneros tuve la oportunidad de descubrir más sobre la función pública, el abordaje comunitario y los diferentes tipos de liderazgo, lo que me ha permitido crecer de manera exponencial, ampliando mi perspectiva y brindándome las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos sociales de manera más efectiva”, explica Andrea Quintero, actual consejera local de juventud y gerente de Juventudes del movimiento Pioneros.
Así mismo se expresa Jeannette Herrera, gerente de Formación, quien asegura que “lo que más nos motiva es ver la transformación y el progreso en los proyectos de vida de las personas que hacen parte del movimiento. Muchas personas que, por ejemplo, a pesar de tener una gran preparación académica no habían desarrollado lo suficiente sus habilidades blandas, hoy han podido mejorar en su calidad profesional e incluso acceder a cargos de mayor relevancia”.
Testimonios como los anteriormente citados se suman a los muchos elogios que ha recibido este movimiento que, aunque en construcción, desde ya promete ser un referente en innovación política en Latinoamérica; no en vano, el hoy alcalde mayor de Bogotá y uno de los políticos de centro con mayor proyección en el continente, Carlos Galán, ha impulsado y acompañado varias de sus iniciativas y ha considerado a Pioneros como una escuela de líderes que promueve la construcción social, el diálogo y el debate público.
“Tenemos una meta ambiciosa porque creemos profundamente en este proyecto. Nuestro sueño, en el que ya estamos trabajando, es llevar a Pioneros a varias regiones de Colombia para transformar desde la raíz el ejercicio de lo público”, apunta el director ejecutivo de la colectividad, Jesús Araque, quien a partir de este 2024 tendrá el reto de replicar y mejorar la experiencia bogotana en otras ciudades y municipios del país.
Andrea Olano (Colombia) es comunicadora social con énfasis en Periodismo de la Pontificia Universidad Javeriana, especialista en Marketing Político y Estrategias de Campaña de la Universidad Externado de Colombia. Ha ejercido su profesión en diferentes medios de comunicación como la W Radio, el Canal Institucional, Canal Capital y la Radio Nacional de Colombia. Ha sido asesora en entidades públicas. Actualmente se desempeña como gerente de Comunicaciones del movimiento social y político Pioneros.
X: @Andre_Olano / Instagram: @andreolano123 / Instagram Pioneros: @Pioneroscol
