Por Mariano José Mendoza Fiallos
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, es el mandatario mejor evaluado del mundo, pero ¿cómo este outsider millennial logró cautivar a millones de personas dentro y fuera del país?
El mito de gobierno se basa en una de las estructuras narrativas más antiguas; el viaje del héroe. En él se narra cómo el protagonista pasa de un mundo ordinario a uno extraordinario. El viaje tiene tres momentos cruciales. Primero nuestro protagonista tiene un llamado a la aventura y encuentra a un mentorque le dotará de las habilidades necesarias para realizar su cometido. Después, el héroe se adentra en un mundo extraordinario donde deberá enfrentar enemigos y desafíos. Obtiene la derrota de estas fuerzas antagónicas y retorna al mundo ordinario victorioso para compartir su sabiduría con su comunidad.
Este tipo de narrativa la encontramos en el caso de Nayib Bukele. Su equipo de marketing ha hecho con la vida de Bukele un viaje del héroe.
El presidente contó con el apoyo de un mentor; su papá, Armando Bukele. Acto seguido, se adentra en un mundo extraordinario cuando decide postularse como presidente de El Salvador. Sin embargo, se enfrentó con fuerzas antagónicas que decidió encasillarlas como #LosMismosDeSiempre, quienes eran todos los políticos corruptos que querían evitar que llegara a la presidencia. Pese a ello, superó todos estos desafíos y logró convertirse en 2019 en el presidente más joven en la historia de El Salvador.
Aparte del mentor, el viaje del héroe también cuenta con otros cuatro personajes arquetípicos: villano, víctima, héroe y cómplice.
La comunicación gubernamental traslada estos arquetipos a la realidad salvadoreña. Por un lado, tenemos al pueblo como víctima que sufrió los ataques de los partidos tradicionales, pero aparece un héroe llamado Nayib Bukele que protegerá al pueblo de estos villanos y de cualquier otra amenaza. Por otro lado, los cómplices son todas las ONGs, periodistas e intelectuales que buscan desprestigiar al héroe.
La comunicación de gobierno gira en torno a estas narrativas y a un solo protagonista; Nayib Bukele. Si bien es cierto el mito y la narrativa resultan importantes, no son el único factor de la comunicación política.
X, la nueva Constitución
Casi toda la comunicación de gobierno se sostiene en el ecosistema digital. Los principales canales de comunicación son las redes de X (antes Twitter), Instagram, Facebook y YouTube. También se destacan otros medios tradicionales como Diario El Salvador o canal 10.
X, es la red social por excelencia de Bukele donde un tuit equivale a un decreto presidencial. Por ejemplo, en el año 2019 Bukele despidió a varios funcionarios vía X, incluso los tuits del presidente terminan teniendo repercusiones reales en la vida política salvadoreña. Esta es una forma instantánea de hacer política. Las nuevas tecnologías han acelerado al mundo y los nuevos votantes están acostumbrados a esa inmediatez.
Tipología de mensajes
En la comunicación de gobierno existen cuatro tipos de mensajes. Cada tipología guarda relación con los personajes arquetípicos del mito. Los mensajes confrontativos van dirigidos a los “villanos”, es decir, a todos los enemigos del gobierno. Estos mensajes son agresivos, autoritarios y contundentes.
Mientras que los mensajes de tipo cómico van dirigidos a los cómplices. En este grupo van las ONGs, comunidad internacional, periodistas, etc. Estos mensajes son de estilo jocoso, paródico y burlesco. A través del sarcasmo y la ironía se busca desprestigiar las opiniones de los “cómplices”.
Los mensajes heroicoshacen alusión al “héroe”, es decir, a Bukele. Estos mensajes hacen una sobreexaltación de su figura y utilizan un lenguaje grandilocuente.
En tanto, los mensajes empáticos van dirigidos a la “víctima”, al pueblo salvadoreño, a los seguidores del gobierno. Estos mensajes buscan humanizar al político y que la gente pueda sentir empatía hacia él.
Recomendaciones
Según la última encuesta de la Universidad Francisco Gavidia, el porcentaje de abstenciones que hay para las elecciones presidenciales de 2024 es del 21% mientras que de las legislativas es del 25%, es decir, 1.6 millones de salvadoreños no apoyan al presidente.
Este desencanto se debe a la hiperpersonificación de la figura de Bukele. La mayoría de diputados del partido oficialista Nuevas Ideas (NI) carecen de personalidad política, pues toda la comunicación orbita en que los diputados y alcaldes están junto al presidente.
Esta desventaja corresponde a una comunicación impositiva; la implementación de un discurso hegemónico. Por tal razón, es importante desarrollar la identidad de NI y que deje de ser tan dependiente de la figura de Bukele. Otra flaqueza es que el gobierno no escucha las denuncias ciudadanas y a veces incluso busca desprestigiarla. Un buen comunicador no es solo el que habla, sino el que muestra una escucha activa.
Mariano José Mendoza Fiallos (El Salvador) es estudiante de la carrera de Comunicación Social en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). En 2021 ingresó al colectivo radiofónico “Frecuencia Libre” donde se le asignó la sección de política “Pan y Circo”. En 2023 cursó el diplomado en Estrategias y Narrativas Políticas. Tuiteando el camino hacia el poder: Nayib Bukele es un extracto del trabajo final de la Diplomatura de Estrategias y Narrativas Políticas de la Universidad José Simeón Cañas de El Salvador.
Instagram: @mariano.mendoza.2002
