Por Jonathan Cabrera
El presidente Luis Abinader acaba de ser reelecto recientemente en unas elecciones con un amplio margen respecto a sus contrincantes, con un 57%.
Sus opositores no lograron convencer a la gente sobre su propuesta política. Por un lado, teníamos al expresidente Leonel Fernández, quien gobernó el país por doce años mientras militaba en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ahora candidato de la Fuerza del Pueblo (FP); por el otro, Abel Martínez como candidato del PLD.
Para que la gente comprara la promesa de valor de “El cambio sigue”, siendo una estrategia de continuidad de un mismo candidato y de un mismo partido debían darse una serie de factores que favorecieran al candidato Luis Abinader.
En grupos focales y estudios cuantitativos que nos contrataron salía a relucir en el caso del PLD un posicionamiento de marca que no superaba el 20% y con atributos negativos relacionados con la decepción, el engaño, la frustración y la corrupción, repitiendo los mismos motivos que los sacaron del poder.
En el caso del Leonel Fernández y la Fuerza del Pueblo, en los estudios cuantitativos salía como el candidato de la tasa de mayor rechazo, pero de frente a su expartido PLD, la gente lo veía como una víctima por lo que las opiniones no eran tan duras y la marca del partido la Fuerza del Pueblo presentaba cierta esperanza, aunque no representaba el cambio, pero sí algo diferente y se abría la posibilidad de ser opción de voto.
Abel Martínez durante gran parte del torneo electoral desempeñó una campaña errática sin eslogan, por lo tanto, sin una propuesta programática, aunque intentó tomar el tema nacionalista para cohesionar una parte del electorado sin resultados favorables.
Por otra parte, Leonel Fernández, veterano candidato, enfocó su estrategia en tratar de crear una corriente de opinión basada en el costo de la canasta familiar y la inflación. Cabe mencionar que también se dio una alianza que más bien fue la alianza de la desconfianza entre ambos partidos.
Los primeros dos años de gobierno de Abinader, la oposición le acusaba de no tener experiencia y ser un gobierno de promesas incumplidas. Todo cambió en los últimos dos años con obras ejecutadas y mostrando resultados, no solo en infraestructura sino en la estabilidad económica y paz social.
¿Cómo lograron que el cambio continuara con un mismo candidato y partido? Se llevó en dos fases para poder crear la expectativa de los votantes fundamentados en estos tres aspectos: uno, alto posicionamiento del partido PRM (52%); dos, alta popularidad de Abinader (64%); y desde el 2020 la población todavía tenía la necesidad del cambio.
La primera fase de la campaña consistió en el mensaje “Lo mejor está por venir”, acompañado de una gran cantidad de obras ejecutadas e inauguradas que sirvieron de antesala a la apertura de la campaña electoral.
Ya con los resultados palpables se lanzó en una segunda fase la campaña “El cambio sigue”, cuyo resultado fue el triunfo del presidente Luis Abinader al lograr el voto popular de la mayoría de los dominicanos.
Jonathan Cabrera (República Dominicana) es presidente de Newpartners, empresa de estudios de mercado y opinión en República Dominicana con veinte años de experiencia en estudios de mercado, opinión y barómetros sociopolíticos. Ha trabajado para diversas campañas políticas para candidatos y consultores durante más de diez años.
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