Las elecciones de Jamaica 2025, celebradas el 3 de septiembre, reflejaron la dinámica de la comunicación política en un contexto de desafíos socioeconómicos. Este artículo analiza las estrategias de campaña, el uso de tecnologías digitales y la movilización ciudadana durante los citados comicios.
Las elecciones generales de Jamaica, realizadas el 3 de septiembre de 2025, fueron un evento crucial para elegir al Primer Ministro y los 63 miembros de la Cámara de Representantes, además de determinar la composición del Senado, con trece senadores nombrados por el partido ganador y ocho por la oposición. El Partido Laborista de Jamaica (JLP), liderado por el Primer Ministro Andrew Holness, logró un tercer mandato consecutivo, obteniendo 34 escaños, aunque perdió quince respecto a la elección anterior. Su principal adversario, el Partido Nacional del Pueblo (PNP), bajo el liderazgo de Mark Golding, alcanzó 29 escaños, consolidando una contienda bipartidista tradicional, ya que otros partidos, como el Partido Progresista de Jamaica y el Congreso de los Independientes Unidos, no lograron representación parlamentaria.
El JLP, de centroderecha, centró su campaña en la continuidad de su gestión económica y de seguridad, destacando una reducción del 43% en los homicidios en 2025, atribuida a mayores incautaciones de armas y estados de emergencia en áreas conflictivas. Entre sus propuestas clave estuvo duplicar el salario mínimo de 16 mil dólares jamaicanos[1] a 32 mil por una semana laboral de 40 horas, una medida que generó críticas del sector turístico por su impacto en la competitividad. El PNP, de centroizquierda, propuso aumentar el umbral del impuesto sobre la renta de 1,5 millones de dólares jamaicanos a 3,5 millones, junto con mejoras en infraestructura, salud, educación y transporte, apelando a votantes frustrados por la pobreza persistente y la desigualdad. Ambos partidos adaptaron sus mensajes a preocupaciones socioeconómicas, como la corrupción y el desempleo, en un contexto donde el turismo representa un tercio del PIB del país.
Estrategias de Campaña
Las campañas de 2025 en Jamaica se destacaron por su intensidad y competitividad, con un enfoque híbrido que combinó medios tradicionales y digitales. El JLP aprovechó su posición como partido gobernante para amplificar su mensaje a través de eventos masivos y publicidad en radio y televisión, enfatizando logros tangibles como la reducción de la criminalidad. Sin embargo, esta estrategia fue criticada por organizaciones de derechos humanos, que señalaron posibles abusos en los estados de emergencia, como detenciones arbitrarias. El PNP, por su parte, adoptó un tono crítico, utilizando mítines y redes sociales para destacar los desafíos socioeconómicos no resueltos, como la pobreza y la infraestructura deficiente.
En el ámbito digital, ambos partidos intensificaron su presencia en plataformas como X, Instagram y TikTok, dirigiendo mensajes segmentados a audiencias jóvenes y urbanas. El PNP implementó campañas de microsegmentación, utilizando datos demográficos para personalizar su comunicación, una práctica que, aunque no se documenta explícitamente el uso de inteligencia artificial (IA), refleja tendencias globales donde herramientas analíticas basadas en IA optimizan el targeting de votantes. El JLP, por su parte, utilizó contenido viral, como videos de Holness en mítines, para reforzar su imagen de líder estable. Sin embargo, la ausencia de regulación sobre el uso de IA y la desinformación en plataformas digitales generó preocupaciones sobre la equidad del proceso, especialmente tras incidentes como la exclusión de intérpretes de lenguaje de señas en debates organizados por la Jamaica Debates Commission.
La movilización ciudadana fue un componente clave, especialmente para el PNP, que organizó eventos comunitarios en áreas rurales y urbanas para contrarrestar la ventaja del JLP como partido en el poder. El JLP, en cambio, confió en su maquinaria electoral y en el apoyo de sectores empresariales, aunque enfrentó críticas por el uso de recursos estatales en su campaña. La participación electoral, sin embargo, fue baja, con un 38,8% de los aproximadamente 2 millones de votantes registrados, una cifra similar al 37% de 2020, influida por la pandemia. Esta baja participación refleja un creciente descontento ciudadano, exacerbado por preocupaciones sobre corrupción y desigualdad económica. La Organización de los Estados Americanos destacó la naturaleza pacífica y ordenada del proceso, pero señaló desafíos como la falta de accesibilidad para personas con discapacidades, lo que limitó la participación de ciertos grupos.
Innovaciones y desafíos
Aunque no hay evidencia directa del uso de IA en las campañas, la comunicación digital fue central. Plataformas como X facilitaron debates en tiempo real y la difusión de resultados preliminares, como los reportados por medios locales. Sin embargo, la falta de regulación sobre el uso de datos y la posible manipulación digital plantea retos para futuras elecciones. Además, la controversia sobre la exclusión de intérpretes de lenguaje de señas subrayó la necesidad de una comunicación política más inclusiva. La transición propuesta hacia una república, que no se concretó antes de las elecciones, también influyó en el discurso político, con el JLP promoviendo la estabilidad y el PNP abogando por un cambio estructural.
Las elecciones de Jamaica 2025 evidencian la importancia de la comunicación digital y la movilización ciudadana en contextos de alta competitividad electoral. El JLP logró mantener el poder gracias a su narrativa de estabilidad y seguridad, mientras el PNP capitalizó el descontento social. La baja participación electoral y los desafíos de accesibilidad destacan la necesidad de reformas para fortalecer la confianza en el sistema democrático. Futuras investigaciones deben explorar cómo regular el uso de tecnologías emergentes, como la IA, para garantizar campañas equitativas y transparentes en el Caribe.
[1] Unos cien dólares estadounidenses aproximadamente.