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Elecciones en el país de la sopa dura

Por Luis Toty Medina Gil

Se ha convertido en una experiencia ineludible para los viajeros que llegan al Paraguay. Ven en la carta un plato tradicional con el nombre de “sopa paraguaya” y con la misma se aprestan a ordenarlo. La sorpresa viene después, cuando el plato presentado es un bizcocho sólido hecho a base de maíz. Que se llame “sopa” a una receta que no contiene líquido y es en realidad un pastel salado dice mucho de este maravilloso lugar del mundo.

Que su sopa sea dura es apenas una de esas muchas peculiaridades de este pequeño gran país sin litoral, pero rodeado de grandes extensiones fluviales. Cálido y hospitalario, pero desconfiado. Su intempestivo clima de inesperados giros te obliga siempre a llevar aperos para el sol y para la lluvia a la vez. Fusiona todo siempre en bifurcación porque es fruto de dos culturas y tradiciones, la europea y la guaraní del sur. Y es que hasta en su lengua se expresa y maneja a dos manos, el castellano y el guaraní. En una lengua trabaja y se comunica, en la otra ama y siente. Y así también ha sido en sus preferencias políticas, donde se ha decantado desde siempre por el bipartidismo. Colorados y liberales, en ese orden, se reparten entre sí la militancia partidista de la mayoría de los paraguayos.

El país donde los perros votan

El paraguayo define con ese calificativo a propios y extraños. De a ratos se usa en tono peyorativo y otros tantos se expresa en acento afectuoso. “Pasé bien con los perros anoche”, te dirá para significar que estuvo con sus amigos farreando a gusto. Por eso te dirá que una buena estrategia electoral debe convencer a los perros para que te voten. Los perros son eso, la gente, sus amigos, sus aliados, sus cófrades y hasta sus excompañeros del colegio o actuales compañeros del partido y también llama así a sus adversarios, “estaban todos los perros”, dice al ver una concentración partidaria contraria. Para sus conmilitones más cercanos utiliza el “correlí”, diminutivo de correligionario y forma afectuosa de identificar al alguien afiliado a su mismo partido.

El juego que viene

El 30 de abril próximo el Paraguay despertará ante la octava elección general de su historia desde el golpe de estado que puso fin a la dictadura de Alfredo Stroessner en febrero de 1989. Aunque hay 13 duplas inscritas para la carrera, la primera opción de triunfo la tienen los candidatos de los dos principales partidos.

El proceso también será una prueba de fuego para la más reciente modificación del sistema electoral del país, las listas abiertas y desbloqueadas. Ya usado en las últimas elecciones municipales y que dejó algunas lecturas a ser corroboradas o desestimadas en abril próximo. Como la que asegura que esta modalidad favorece a las formaciones más grandes en detrimento de las organizaciones minoritarias.

Los caballos en carrera

La propuesta de los colorados es Santiago Peña, un execonomista del FMI y exfuncionario del Banco Central. Se postuló en las primarias con la facción Honor Colorado del expresidente Horacio Cartes. Venció al exministro y pastor Arnoldo Wiens, candidato de Fuerza Republicana, la facción interna del actual presidente Mario Abdo Benítez. Peña fue ministro de Finanzas en la administración de Cartes. Se postuló para presidente en 2018, pero fue derrotado por poco en las primarias por Mario Abdo Benítez. El Partido Colorado es la maquinaria política más grande y mejor organizada del país.

Sus dos lemas de campaña (sí, también viene de a dos) son “Cambiemos Paraguay” y “Vamos a estar mejor”.

La apuesta de los liberales es su máxima autoridad partidista, Efraín Alegre, presidente del Partido Liberal de la Revolución Auténtica (PLRA), organización de centroderecha y candidato de la coalición de oposición Concertación Nacional por un Nuevo Paraguay. Fue legislador por varios períodos y luego ministro de Obras Públicas y Comunicación bajo el mandato de Fernando Lugo, el único político no Colorado que ejerció la presidencia desde 1945. Es su tercera corrida, ya que Alegre se postuló sin éxito para presidente en las dos elecciones anteriores. Su eslogan esta vez es “El cambio ya llega”.

Los otros dos candidatos de relativa relevancia, pero con pocas probabilidades de triunfo, son el exministro de Interior y excanciller Euclides Acevedo y el exsenador Paraguayo Payo Cubas. Acevedo es el candidato con mayor experiencia y mejores habilidades políticas. Es tal vez uno de los últimos representantes activos de la clase política que vivió y enfrentó el período strossnerista. Cubas es una personalidad política y mediática de alto perfil conocida por sus provocativas acrobacias y excentricidades publicitarias y sus posiciones extremistas.

Operación Cicatriz

En esta ocasión, las lesiones durante las elecciones internas del coloradismo fueron tan graves que, de profundas que se hicieron, impidieron el tradicional “Abrazo Republicano”. Apenas hubo un amago de acercamiento entre los dos factores, devenido en una operación política conocida como “Operación Cicatriz”, que al parecer no logró cerrar todas las laceraciones en las filas coloradas.

El otro issue de esta campaña han sido las acusaciones anunciadas por el gobierno de los Estados Unidos contra el expresidente Horacio Cartes. La potencia del norte señaló a Cartes como significativamente corrupto en julio de 2022. En enero de 2023, el embajador estadounidense en Paraguay anunció la aplicación de sanciones contra el expresidente, basándose en un instrumento de su marco legal llamado la Ley Global Magnitsky sobre responsabilidad en Derechos Humanos.

Finalmente, quiero pensar que los paraguayos sabrán elegir al mejor, que pondrán el futuro de sus hijos en las mejores y más apropiadas manos. Que el cuadro actual de desigualdades que compromete el merecido crecimiento de esta gran nación será atendido en la próxima gestión. Sueño con que el gigante dormido que habita en el alma paraguaya despertará para convertir a este país al centro del sur en el centro de desarrollo de nuestro continente. Mientras tanto, seguiré amando y conociendo este hermoso lugar con mi guampa y mi tereré (otro día les contaré cómo me hice adicto a la bebida nacional hecha a base de la infusión fría de yerba mate) donde de a ratos me descubro como en casa y advierto que somos los mismos, solo que con otro acento. Los países son su gente, y la de Paraguay es gente rebuena. Aquí los espero, para decirles lo primero que aprendí en guaraní: ¡¡¡Rohayhu!!

Luis Toty Medina (Venezuela) es consultor en estrategias de campaña electoral. Ha trabajado en más de 200 campañas electorales en Venezuela, México, Perú, República Dominicana, Colombia, España, Portugal y Paraguay. Founder & CEO de Poliestrategia C.A. Fundador de la Asociación Venezolana de Consultores Políticos. Designado como Consultor Senior del año 2017 por la Asociación Iberoamericana de Consultores Políticos. Fue designado en 2017, 2018 y 2019 por la Revista Washington COMPOL en la Lista de los “100 Consultores Políticos más influyentes del mundo”.

Twitter: @luistotym

Instagram: @luistotymedina

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