La febril política ecuatoriana

Por Saudia Levoyer

El resultado de las elecciones seccionales del pasado 5 de febrero en Ecuador han generado movimientos en el país, entre ellos se detecta la aparición de una fiebre golpista que involucra a la Asamblea y a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

Los resultados electorales del 5 de febrero pasado han puesto de cabeza al Ecuador político. No porque el Partido Social Cristiano (PSC), uno de los sobrevivientes desde el retorno a la democracia, perdió dos de sus bastiones clave. Tampoco porque los seguidores del expresidente Rafael Correa, agrupados en UNES, fueron quienes le arrebataron esas fortificaciones y, además, recuperaron Quito, pese a mantener su votación promedio del 30% de los electores. Ni porque Pachakutik, la agrupación que representa a los indígenas es la que más gobiernos seccionales ganó sin necesidad de alianzas. La razón está en la fiebre golpista que volvió a la Asamblea y al presidente de la Conaie.

Esta vez es por una denuncia, denominada el Gran Padrino, que golpea a un familiar del presidente y que ha llevado a los diputados de diferentes bancadas a establecer vínculos que la Justicia no ha determinado si existen o no. UNES, quien encabeza la maniobra política y consiguió un gigantesco apoyo legislativo a su informe, busca ahora una causal constitucional para lograr un juicio político al presidente Guillermo Lasso. Baraja las opciones de supuesto cometimiento de delitos contra la seguridad del Estado o infracciones de concusión, cohecho, peculado o enriquecimiento ilícito.

Si esto no se da, han dicho públicamente que no descartan buscar la declaratoria de incapacidad mental del presidente bajo argumentaciones “de que dice una cosa y hace otra” (así, como lo lee, gentil lector, la grabación es pública y ocasionó una ola de memes).

En medio de esto, algunos sectores sindicales y de indígenas, especialmente la Conaie, quisieron aprovechar la marcha del 8 de marzo, por el día de la mujer, para empujar por la salida del mandatario. Sin embargo, las organizaciones femeninas no lo permitieron.

No es la primera vez que estos mismos grupos quieren sacar de su oficina al presidente Lasso, quien juró como mandatario el 24 de mayo de 2021. Esta se ha convertido en una forma de comportamiento político, al parecer cíclico, ya que cada siete u ocho meses, no hay político –salvo que sea de la agrupación gobernante– que no plantee ese escenario bajo diversas argumentaciones. Y, por supuesto, el gobierno se mantenga arrinconado, porque tampoco ha podido recuperar la iniciativa política, pues su estrategia se vino al piso, luego de que su consulta popular del 5 de febrero de 2023 no tuvo apoyo.

La primera vez que se habló de su salida, el mandatario elevó la temperatura al mencionar, en octubre de 2021, la posibilidad de utilizar la muerte cruzada. Esa es una capacidad presidencial, prevista en la Constitución, de eliminar al Legislativo para llamar a las elecciones generales y gobernar transitoriamente sin los asambleístas.

La siguiente vez, en cambio, dejó que los indígenas y sus seguidores, en junio de 2022, se tomaran varias ciudades –y tuvieran a la mayoría de la población en calidad de rehenes– y mantengan su protesta hasta que la Iglesia Católica llamó al diálogo. La fiebre bajó durante los 90 días que duraron las conversaciones, sin embargo, desde hace semanas hay reclamos de que los resultados no han salido del papel.

En términos prácticos políticos, el gobierno sigue gobernando en un escenario muy escabroso, en el cual tampoco ha podido desarrollar una política comunicativa que le permita bajar la fiebre de estos momentos. La consecuencia a nivel internacional es un riesgo país por los cielos, que no es más que mercados nerviosos ante lo que pueda pasar en un país que tuvo una fama muy bien ganada de inestable, particularmente desde mediados de los años 90 hasta el 2005, cuando tumbó a tres presidentes de la República, por movilizaciones sociales y políticas.

Saudia Levoyer (Ecuador) es periodista y docente universitaria de pregrado y posgrado. Ha trabajado como reportera y editora Política y de Investigación en medios de Ecuador. Actualmente mantiene una columna en El Universo. Autora y coautora de cuatro libros. Profesora de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador.

Twitter: @slevoyer

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