Por José L. Mendoza De Anda
La comunicación política es un delicado arte, una danza entre la imagen pública y la percepción ciudadana, una comunión sutil entre el individuo social y el gobierno.
Bajo este contexto, es fundamental comprender la gestión y estrategia de comunicación de la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, la cual ha estado bajo escrutinio y análisis tanto de propios como de extraños.
La estrategia de comunicación de Sheinbaum experimentó diversos cambios, principalmente en su búsqueda por lograr un mayor impacto positivo y una mayor cercanía con el público objetivo en el contexto de la Cuarta Transformación. Se ha observado una carencia de cercanía considerable hacia el séquito morenista y los ciudadanos de la Ciudad de México.
Una de las principales acciones de Sheinbaum fue la incorporación del experimentado asesor de comunicación catalán, Antoni Gutiérrez-Rubí, a su equipo. Este movimiento marcó un punto de inflexión en su enfoque comunicativo. Gutiérrez-Rubí, consultor catalán reconocido por su experiencia en comunicación política, contribuyó significativamente a moldear la nueva imagen de la jefa de gobierno, haciéndola más humana y cercana, y, por ende, más efectiva.
Así, la ahora candidata presidencial adoptó posturas mucho más cercanas y personales, sobre todo en redes sociales. A través de plataformas como Twitter, Facebook, Instagram y TikTok, compartía momentos cotidianos, fotografías atractivas de la capital nacional, y proporcionaba detalles sobre el progreso de las obras públicas.
El objetivo era claro: acercar el gobierno a los ciudadanos y permitirles conocer la parte más humana de la entonces titular de la Ciudad de México, estableciendo así una conexión entre el gobernante y el gobernado.
Esta estrategia demostró su efectividad, ya que gradualmente el nivel de aceptación, percepción y alcance de la imagen de Sheinbaum fue cambiando. Sin embargo, aún se encontraba lejos de la meta de diferenciarse de la sombra carismática del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La comparación con Andrés Manuel López Obrador es inevitable. El actual jefe de Estado, con su estilo carismático y su habilidad para conectar con las masas, se ha ganado un lugar en el corazón de muchos mexicanos.
Sheinbaum se enfrenta a una encrucijada. Por un lado, debe forjar su propio camino y estilo de liderazgo. Por otro lado, la sombra de AMLO es alargada. Cada gesto, cada palabra, se compara con el carisma del presidente. La ciudadanía espera que ella también inspire y movilice.
No obstante, la sombra de Andrés Manuel López Obrador no es el único gran reto que enfrenta la candidata presidencial de Morena.
En mayo de 2021, ocurrió una de las peores tragedias nacionales: el colapso de la línea 12 del metro de la Ciudad de México. Sheinbaum no logró desvincularse completamente del incidente, ya que el peritaje señaló a su gobierno como responsable. Ante la falta de una respuesta contundente, su imagen y credibilidad se vieron afectadas.
Por lo que este reto pendiente sigue siendo una mancha en su carrera que, en vísperas de la elección presidencial puede costarle caro, una vez que la oposición nacional tiene marcado en su consiente colectivo la falta de respuesta de la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México.
En resumen, la gestión y estrategia de comunicación de Claudia Sheinbaum sufrieron cambios significativos que le permitieron avanzar y apropiarse la candidatura a la presidencia de México por Morena y aliados, no obstante, retos como la falta de respuesta al accidente de la línea 12, la copia de un discurso, postura y mímica de imitación de López Obrador y la poca humanización de su imagen pueden ser pasos en falso que limiten el posible triunfo de la ahora candidata.
La danza continúa, y son millones de mexicanos los que están atentos a cada paso que la elegida por Morena está dando.
José L. Mendoza De Anda (México) es licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Maestrante en Administración Pública. Consultor político en Nuevo León.