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“De los parientes y el sol, cuanto más lejos es mejor”

Por Giulianna Rodríguez Cuadros

Los gobiernos de varios países de América Latina siguen siendo salpicados por hechos de corrupción. En muchos casos se encuentran vinculados familiares y entorno muy cercano. Esto genera que la justicia esté en la mira, por la duda del que podría quedar todo solapado bajo el manto de la ostentación del poder.

Se ha hablado mucho en los países de la región, acerca del hijo del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y los efectos de la situación para su gobierno. No cabe duda que, Petro ha enfrentado la crisis más dura de su periodo gubernamental y que la causa se encuentra entre sus allegados, el núcleo familiar.

Las contradicciones en las que han caído tanto Gustavo Petro como su hijo, deducen claramente que, la promesa del primero al asumir el poder buscando cambiar la política, se está desplomando y tras ello, un plan entero de gobierno para todo un país.

A las denuncias contra Nicolás Petro se han sumado las del hermano del mandatario y otras personas cercanas a él. Por estos hechos y las reformas que viene impulsando, el mandatario sigue expuesto al escrutinio público y, por tanto, tiene abiertos muchos frentes al mismo tiempo.

A pesar de todo esto, el presidente cafetero, a través de un comunicado, dijo algo que parecería obvio, aunque en muchos casos en nuestra querida Latinoamérica no sucede muy a menudo, que es sacarle la presión a la Justicia, y dejar a este poder del Estado trabajar con serenidad.

Gustavo Petro recordó que “nadie puede estar por encima de la ley y que la justicia debe aplicarse de manera imparcial, con el debido proceso todas las garantías constitucionales”, más allá de familias y revelaciones.

Mientras tanto su vecino, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, enfrentó hace unos meses dos juicios políticos que lo debilitaron al punto de verse obligado a convocar a elecciones. En breve se desarrollará la segunda vuelta electoral que decidirá quién será su sucesor. Sin embargo, las denuncias de corrupción que salpicaron a su familia, señalaban directamente a su cuñado, Danilo Carrera, alias Gran Padrino.

Pero, es importante recordar que estos no son casos aislados. Pocos meses atrás, en un país cercano como Perú, se denunciaba a familiares (sobrinos y cuñada) así como a otros miembros del entorno del expresidente Pedro Castillo. Incluso, uno de ellos, se encuentra –hasta la fecha– prófugo de la justicia peruana.

Como sucede hasta en las mejores familias, al igual que en Colombia, Ecuador y Perú, los hijos de los mandatarios de México (José Ramón López Beltrán), Panamá (Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli) y Estados Unidos (Hunter Biden), también han protagonizado problemas en la vida política de sus padres.

Tiempo atrás, también Máximo Kirchner, hijo de los expresidentes argentinos Néstor Kirchner y Cristina Fernández, fue acusado de corrupción por las irregularidades en la adjudicación de diversas obras públicas en su país.

Esto sin olvidar que hace algunos años, hubo un polémico caso que envolvía al hijo de la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, por una supuesta estafa.

“Otras familias”

Pero también hay “familias políticas” elegidas en el pasado que son condena en el presente, porque las cosas que se hacen mal, siempre salen del fondo del río, y pueden volverse en tu contra en el presente, y más si un “familiar político” de tu mismo partido las ayudan a emerger, como sucede en la actualidad en Uruguay.

Además, esas personas abusadas a cambio de dinero, más allá de las presiones de parte de la “familia política” que hoy ostenta el poder que trató de “salvar” al integrante de la familia, claman por justicia, y es justamente este poder del Estado que debe colocar las cosas en su lugar, poner blanco sobre blanco, y no quedarse con una verdad a medias. La respuesta, y el futuro político y de la vida de Gustavo Penadés, la tiene la jueza.

Sea parte de las estrategias de persecución de los opositores de estos mandatarios o no, lo cierto es que, en el mundo político, las familias –lejos de ser un respaldo importante para los candidatos que se convierten en presidentes–, pueden resultar siendo perjudiciales y hasta nefastos para la gobernanza de sus familiares.

Por eso, vale la pena analizar el entorno de los presidentes y prevenir conflictos de intereses familiares que puedan devenir en crisis de gobierno. Más vale prevenir que lamentar, más allá de que en un concierto salsero celebrado en Bogotá hace unas semanas, el mítico Rubén Blades, usó su famosa canción ‘Amor y control’, y al entonar una de sus estrofas, subrayó que “A pesar de los problemas, familia es familia, Presidente, y cariño es cariño”.

Giulianna Rodríguez Cuadros (Perú) es comunicadora social y maestra en gestión pública. Cuenta con más de quince años de experiencia en diferentes entidades gubernamentales de Perú. Es consultora en organismos internacionales. Experta en asuntos públicos, resolución de crisis y conflictos, tanto políticos como sociales. Ejerce docencia en la maestría en Gobierno y Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Martín de Porres (USMP), entre otras.

Twitter: @GiuliannaRC

LinkedIn: @Giulianna Rodríguez Cuadros

Instagram: @giulianna_rc

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