Search
Close this search box.

Discurso ideológico, complejidad y multimodalidad

Por Axel Velázquez Yáñez – Universidad Nacional Autónoma de México (México)

El estudio de la ideología en los discursos enfrenta resistencias debido a preconcepciones sobre el concepto y sus implicaciones. Así, construimos una perspectiva que tome en cuenta su carácter complejo, incluso contradictorio, y llegamos a una perspectiva multimodal.

A pesar de que desde el análisis del discurso hay diversos autores que se ocupan del estudio de la ideología, plantear en su momento una investigación con tal perspectiva para el discurso del poder implicó resistencias en lo personal. Lo problemático parecía el uso del término en sí, sobre todo si se contaba con conceptos como “cosmovisión” o “universo simbólico”, menos conflictivos. De fondo, las concepciones del fin de la historia y el fin de la ideología habían permeado al punto de considerar que su uso era anacrónico o, como mínimo, conflictivo.

La ideología, como anota Eagleton (2019), pareciera ser como la halitosis; es lo que tiene el otro, no yo. Visto desde una perspectiva contemporánea y generalizada, la ideología fue aquello que tuvieron los nacionalsocialistas en Alemania o, en todo caso, lo que sostenían los soviéticos y aquellos nostálgicos que aún reciclan sus ideas. Así, instalados en la lógica del dogma neoliberal que concibió sus recetas económicas como ciencia exacta por encima de la política, parecía imposible notar que esa negación implicaba una postura ideológica en sí.

Fue entonces que, convencido de que la ideología está presente en todo discurso, pero en pocos tiene tanto sentido estudiarlo como en el político, me decidí a justificar tal afirmación. Reparé en la concepción de Marx de la ideología como una falsa conciencia: una visión desde arriba y hacia abajo que las clases dominantes tienen la posibilidad de transmitir de manera asimétrica a las mayorías dominadas. A pesar de que esto último me hacía sentido, me cuestionaba si eso podría explicar el carácter ideológico de todo discurso.

Más aún porque mi lectura de Reboul (1986) me recordaba su perspectiva sobre que, si todo discurso era ideológico, entonces ninguno lo era. Para ejemplificarlo, el autor mencionaba que no se podía atribuir la misma relevancia al discurso de un líder fascista que al de una profesora de inglés. En efecto, no se les puede atribuir el mismo efecto en las masas, pero, si la profesora en inglés repite el discurso del líder fascista en cuestión ¿No sería ese discurso también ideológico? Sostuve que sí.

Afortunadamente, en ese momento llegó a mí la definición de Ferguson (2007): la ideología es una reserva discursiva, un repertorio socialmente adquirido a través del cual los individuos dan sentido a su entorno y se forman una opinión respecto a eventos o temas de la coyuntura que puede ser combinado, recombinado o yuxtapuesto. A la par, me encontré con el concepto de complejo ideológico (Hodge y Kress, 1988), concebido desde la perspectiva de quien enuncia lo que posteriormente se convertirá en la reserva discursiva de la población, la construcción de un conjunto de versiones a veces contradictorias que sirven a quienes gobiernan tanto para sus propios intereses como para conservar el orden social.

Es decir, que se emplean tácticas de la complejidad, aún sin una teoría explícita al respecto, dado que interacción ya no es simple con quienes se le resisten o con quienes debe convencer. Por ello, llegué a la idea de que estudiar la ideología en los discursos no implica la revelación de su carácter ideológico –pues ya sabemos de entrada que lo es– ni una denuncia ideológica de sus alcances, sino la caracterización de ese componente ideológico que puede ser hasta contradictorio. Entonces surge la inquietud de cómo analizar el discurso en cuestión haciéndole justicia a su carácter complejo.

Si bien la perspectiva multimodal no es nueva, sí suele ser obviada al ponderar uno de los modos presentes en los discursos a la hora de analizarlos (usualmente el verbal). A mí me hizo sentido una propuesta construida desde la argumentación: Groarke y Kišiček (2017) identificaron que hay argumentos visuales y sonoros en la vida cotidiana como premisas o conclusiones que a veces se encuentran de manera no verbal. A partir de lo anterior, llegué a la idea de que la ideología puede estar naturalizada al grado de que ya no es verbalizada y entonces se construye también a partir de referentes visuales y sonoros que parecen no merecer mayor explicación. Todo ello es lo que nos toca analizar.

Bibliografía

  • Eagleton, Terry (2019), Ideología, España, Paidós.
  • Ferguson, Robert (2007), Los medios bajo sospecha: ideología y poder en los medios de comunicación, España, Gedisa.
  • Groarke, Leo y Kišiček, Gabrijela (2017), Sound Arguments: An Introduction to Auditory Argument. 2ª Conferencia Europea de Argumentación, Suiza.
  • Hodge, Robert y Kress, Gunter (1988), Social Semiotics, EUA, Cornell University Press.
  • Reboul, Olivier (1986), Lenguaje e ideología, México, FCE.

Axel Velázquez Yáñez (México) es doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la misma institución en las materias de Lenguaje, cultura y poder y Teorías, Análisis del Discurso. Interesado en el análisis del discurso político. Discurso ideológico, complejidad y multimodalidad es un trabajo realizado para el Seminario PAPIME 2021-2022 Los discursos de la Pandemia, en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Twitter: @avelazquezy

Compartir
Facebook
Twitter
LinkedIn
lo último