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Ecuador: una elección que no necesariamente traerá salidas

Por Saudia Levoyer 

Al momento de escribir este texto faltan dos momentos cruciales en la campaña presidencial de Ecuador, a propósito de sus elecciones anticipadas: el debate presidencial y la votación propiamente dicha. El 1 de octubre, Daniel Noboa y Luisa González estarán frente a frente y, el 15 de octubre, 13.5 millones de ecuatorianos elegirán quién gobernará el país por alrededor de 18 meses, que es el tiempo de gobierno que le queda a Guillermo Lasso y cuyo período legal es el que deberá cumplir el ganador.

En esos 547 días o 78 semanas, quien triunfe, si decide mirar a los ciudadanos, tiene una agenda enorme y que atraviesa todos los campos. La violencia en Ecuador no cesa. Continúan los robos y asaltos –si hablamos de delincuencia común–, tampoco los asesinatos tipo sicariato, las vacunas (extorsiones), los secuestros, el tráfico de armas, de personas, narcotráfico… 

En lo económico las cosas tampoco andan bien. El riesgo país, el 2 de agosto, llegó a los 2008 puntos, el segundo más alto de la región, lo que repercute en problemas de inversión extranjera, entre otros. Dentro del Presupuesto General del Estado (PGE), se preveía un déficit global de USD 2.630 millones para 2023, equivalente al 2,1% del PIB, pero hay riesgo de que aumente si el fenómeno de El Niño hace destrozos. A esto hay que añadir que el crecimiento fue del 0,7% durante el primer trimestre de 2023 y los siguientes meses tampoco han sido bueno. Las empresas, por ahora, destinan a sus gastos operativos aproximadamente un 30% más que antes, únicamente por seguridad, y cierran operaciones, locales, negocios, sucursales en las zonas más violentas del país, lo que significa que son menos competitivas y cierran plazas de trabajo… 

En lo social, la situación es crítica. Tenemos un 20% de niños entre 0 y 5 años con desnutrición crónica infantil, con las consecuencias a largo plazo que aquello implica. Una deserción escolar que, por ejemplo, en Esmeraldas, una de las provincias más violentas, significa que en ocho años 39.000 chicos han dejado las aulas. Según la Policía, más de 1.300 jóvenes se han unido a las bandas criminales. También se estima que la migración de ecuatorianos a otros países, de manera ilegal, crece. Por la zona del Darién (Panamá), con dirección a Estados Unidos, se estima que han pasado más de 25.000 ecuatorianos y los que han llegado a su destino son miles. No en vano hubo quejas del alcalde de Nueva York frente a la ola de connacionales y venezolanos… 

En lo político, las pugnas entre operadores de justicia (Consejo de la Judicatura, algunos jueces –incluso de la Corte Nacional–, la Corte Constitucional y fiscales) y con el Consejo de Participación Ciudadana no se han detenido. Quienes apoyan el proyecto político de la Revolución Ciudadana, que se resume en el retorno de Rafael Correa, provoca maniobras que se resumen en intentos continuos de destitución de quienes les impiden lograr su objetivo (aunque algunos de sus operadores pudieran ser también destituidos). Esto en medio de divisiones en la cúpula de la agrupación, especialmente por el peso que –al parecer– ejerce uno de sus líderes que estuvo preso y nunca se fue del país: Jorge Glas. Tema altamente sensible, cuando la nueva Asamblea no tiene una mayoría firme y, en consecuencia, ni González ni Noboa.

Si quien resulte ganador decide no mirar a los ciudadanos –lo cual es altamente probable–, estaremos en un escenario de constante campaña en el Palacio de Carondelet. Noboa ha dicho que su objetivo será ser reelecto para el período que comenzará en 2025 y que se extenderá hasta 2029. González, en cambio, apuesta al retorno de la Revolución Ciudadana por al menos 30 o 40 años o no salir más de ella. El populismo político y un manejo económico no muy conveniente pudieran ser las salidas de ambos. De alguna manera sus discursos así lo muestran. González, por ejemplo, ha hablado de tomar la totalidad de la reserva internacional para esta época y que la propuesta de crear el ecua dólar (una nueva moneda local) no va (la dolarización es lo más popular en el Ecuador). Noboa, en cambio, ha dicho que tomará solo una parte de ese dinero. Los entendidos en materia económica han hecho sus reparos y piden mayor responsabilidad a ambos.

En materia política y legal, Noboa, aunque no ha entrado en detalles, ha dicho que convocará a una consulta popular y las estimaciones son que se aborden temas de institucionalidad, seguridad, terrorismo, economía y salud. González en cambio habló de una figura inexistente: la re-constituyente. Este tema ha sido más explicado por el expresidente y prófugo Correa y que busca echar abajo las decisiones de la Consulta de 2018, que permitió cambiar ciertas autoridades y que son las que ahora protagonizan los líos en el espacio judicial e impiden la anulación de sus procesos judiciales, que se encuentran con sentencia dictada.

La tregua entre las bandas criminales y la posición que tome el nuevo gobierno es otro tema. ¿Buscarán un alto al fuego o dejarán que las bandas se las arreglen entre sí? ¿Cómo se logrará una convivencia pacífica? ¿Se aplicará una política tipo El Salvador? Lo cierto es que la violencia con sicariato recrudeció entre el 23 y 24 de septiembre en enclaves apetecidos por los delincuentes, como es Durán.

El escenario a futuro no es alentador y las elecciones no necesariamente darán una respuesta. Lo cierto es que mientras los políticos no tomen en serio la dirección del barco, los ciudadanos son los únicos atrapados en esta realidad.

Saudia Levoyer (Ecuador) es periodista y docente universitaria de pregrado y posgrado. Ha trabajado como reportera y editora Política y de Investigación de medios de Ecuador. Actualmente mantiene una columna en El Universo. Autora y coautora de cuatro libros. Profesora de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador. Twitter: @slevoyer

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