Por Franca Roibal Fernández
El racismo sistémico, al contrario del racismo anecdótico o individual, es el racismo que causa la opresión a un nivel arraigado a la fibra de la cual está hecha una sociedad. En una sociedad como la de Estados Unidos, una de las formas de racismo más violentos es el del supremacismo blanco en la policía.
El asunto de violencia mortal en contra de las personas negras en Estados Unidos está fuera de control. Los casos más famosos, como los de George Floyd (mayo de 2020) y Breonna Taylor (marzo de 2020), recibieron atención nacional, pero mucho más seguido de lo que se difunde en los medios masivos de comunicación ocurren casos fatales que pasan desapercibidos.
George Floyd fue asesinado por policías quienes se le arrodillaron en el pecho mientras rogaba que lo dejaran respirar. Su crimen fue comprar cigarrillos con un billete de veinte dólares que dicen que era falso. Breonna Taylor fue asesinada por policías mientras dormía en su apartamento, luego dijeron que habían entrado al apartamento equivocado. Estos casos son solo dos de los cientos que se registran de violencia letal de los que son responsables los policías estadounidenses. Al recibir tanta atención mediática, el homicida de Floyd fue encontrado culpable, pero de asesinato “sin intención.” Los asesinos de Breonna Taylor siguen libres.
La institución de la policía estadounidense no se puede reformar porque desde su creación existe para avanzar el supremacismo blanco. En Estados Unidos, cuando se abolió la esclavitud, solo se hizo de forma “oficial” o “legal” pero no literal. Había muchísimas maneras de esquivar las leyes para mantener la esclavitud vigente. Una de ellas eran las patrullas para captar esclavos que se escapaban. Así nació la institución policíaca en Estados Unidos.
En el 2020 estallaron protestas en contra de la violencia policíaca, y mientras que ese período dio un poco de esperanza, dos años y medio después no ha mejorado nada bajo la presidencia de Joe Biden, es más, ha empeorado. Es difícil encontrar cifras ciertas porque el gobierno y la policía controlan la narrativa y los medios, pero según la organización Mapping Violence, en lo que va del 2022, la policía asesinó a veinte personas más que en el 2021.
George Floyd y Breonna Taylor fueron asesinados en el 2020, bajo la presidencia de Donald Trump. Mientras que los demócratas se dicen progresistas, están lejos de cualquier acción que lo sea de verdad. El 2021, el primer año de Biden, fue el año con más muertes por violencia policíaca en la historia.
Un sinfín de activistas sociales, pensadores y formadores de opinión han exigido desfinanciar a la policía, cuyo presupuesto es de 115 billones de dólares anuales, como medida para poner un freno a la violencia policíaca. Biden no solo no tomó esta iniciativa en cuenta, sino que propuso incrementar los propuestos de la policía como una solución.
Las personas negras en Estados Unidos tienen mayores posibilidades de ser asesinadas por la policía que las personas blancas. Tres veces más. Cuando se compara con que el porcentaje de personas negras en Estados Unidos es alrededor de 12%, este número es terrorífico. Aquí es que hacemos la conexión con el supremacismo blanco que es prevalente en la institución policial, porque está fundado en él. No se pueden separar.
Franca Roibal Fernández (Argentina – Uruguay) es profesora e investigadora de Estudios Latinoamericanos y Lengua Española. Consultora de diversidad, equidad e inclusión en Pennsylvania y New Jersey, Estados Unidos. Recibió su Ph.D. de Boston University. Sus áreas de enfoque son literatura, cine, música, cultura popular latinoamericana (carnaval, fútbol) con una especialización en el Cono Sur y dictaduras. Tiene un enfoque transdisciplinario, descolonizante e interseccional en antiimperialismo y antirracismo.
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