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Petro tiene “muchísimas chances” de ganar la Presidencia en Colombia

Por Daniel Lema y Lucas Silva

El domingo 13, en Colombia se realizarán elecciones legislativas, al tiempo que tres acuerdos (Pacto Histórico, Centro Esperanza y Equipo por Colombia) deberán definir en sus respectivas internas quiénes serán los candidatos presidenciales que competirán por el gobierno el 29 de mayo.

En diálogo con ARN, el politólogo Néstor Julián Restrepo, señaló que las elecciones del próximo domingo son claves para vislumbrar cómo será el escenario de mayo. Observa que el candidato de izquierda, Gustavo Petro (Pacto Histórico), es el que está mejor posicionado para ganar la Presidencia. “Si el Pacto Histórico saca más de quince senadores creo que podemos estar contando con un presidente de izquierda”, afirmó.

Restrepo es doctor en Política Comunicación y Cultura de la Universidad Complutense de Madrid. Es magíster en Estudios Latinoamericanos mención política de la Universidad de Salamanca en España. Además, es coordinador de la maestría en Comunicación Política y profesor tiempo completo del Departamento de Comunicación Social de la Universidad EAFIT . Es analista político invitado a Colombia Opina de RCN, Sinergia Informativa y el periódico El Colombiano. Sus líneas de investigación se vinculan a la comunicación política, partidos políticos, movimientos sociales y Geopolítica.

¿Alguien podría capitalizar políticamente las protestas sociales del año pasado en esta elección?

Esa inconformidad de la gente por temas como la pandemia y los problemas de corrupción es algo que han capitalizado muy bien las nuevas olas políticas del país. Colombia es el único país en la región que no ha hecho una alternancia de derecha a izquierda. La clase política siempre ha gobernado y era parecido a lo que pasaba en México hasta que llega Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En Colombia no ha pasado eso.

Sin embargo, más que la protesta social de abril de 2021, quien le ha generado otra visión al colombiano promedio es el mal gobierno de Iván Duque. La dignidad presidencial en Colombia es muy fuerte y el gobierno de Duque la deja en sus mínimos. Esa falta de liderazgo la capitaliza una persona como Gustavo Petro o el auge de los nuevos colectivos políticos de centroizquierda.

Creo que la protesta social se enmarca en esa crisis de liderazgo que se genera en la derecha colombiana, en esa falta de representación. Hay una combinación de una caída de la clase política tradicional con la necesidad de un cambio.

¿Se ha manifestado un cansancio con la política en Colombia?

Al igual que en toda América Latina, el discurso de lo apolítico cada vez pega más. Por un lado están los problemas de corrupción y, por otro lado, con la pandemia sucedió que la gente no encontró respuestas en la clase política. Ante problemas como el empleo, la salud, la educación, el político se aisló de la realidad del ciudadano y empezó a jugar a otras lógicas. El Congreso colombiano se dedicó a legislar sobre reformas para ellos mismos, mientras que la gente esperaba soluciones a la crisis de hambre que generó la pandemia. El Congreso no aceptó dar un salario mínimo para toda la gente durante la pandemia. Son medidas impopulares porque ellos estaban metidos en su cuento. La actitud del Congreso generó una crisis de representación en Colombia; la gente no cree en los políticos.

Otra figura importante es Duque, por los errores que cometió, entre ellos impulsar en plena pandemia una reforma tributaria que tenía que soportar principalmente la clase media. La gente sintió que le iban a sacar plata de su bolsillo. En la pandemia todo el mundo notó lo descarada que se volvía la política con el ciudadano.

Otra cosa importante es que los colombianos, a diferencia del resto de ciudadanos de América Latina, no veíamos tan nítidos problemas como corrupción, desempleo y violencia urbana, porque teníamos un conflicto armado. Entonces, quien nos ofreciera solución de salir de ese conflicto, combatiendo a las guerrillas o haciendo el proceso de paz, ya tenía con eso para poder ganar una elección. En 2018 se abre una nueva agenda y la gente empieza a ver con mayor nitidez problemas como la corrupción y la inseguridad urbana, aunque ya estaban de antes.

¿Puede haber un voto castigo en estas elecciones? ¿Permitiría ese voto la alternancia en el poder?

Colombia es un país donde la alternancia no se ha dado. No ha tenido un presidente de izquierda. Sería esta la primera vez. Los electores colombianos han sido conservadores. Prefieren malo conocido que bueno por conocer. Es muy difícil cambiarle la forma de elección del ciudadano. Puede pasar que el 13 de marzo queden los mismos. Sería lo más común. Aunque sí hemos visto un fenómeno diferente: Gustavo Petro, el fenómeno del Pacto Histórico y de otros colectivos diferentes a los partidos de la clase política tradicional.

Habrá un voto de castigo de los jóvenes porque el gobierno se portó muy mal con ellos. Si dijera desde la evidencia empírica, los jóvenes en Colombia no votan. Hubo unas elecciones juveniles que se deben hacer por ley y no votó ni el 1% de la población juvenil. Si nos basamos en ese dato la política tradicional no tendría problemas, pero veo una movilización muy fuerte en los jóvenes que quieren un cambio.

La campaña más ordenada en este momento es la de Gustavo Petro. Creo que el Pacto Histórico y los movimientos que están orbitando alrededor de ese pacto sacarían mayoría en el Congreso. Si sacan esa mayoría tendríamos un presidente que sería Gustavo Petro. Pero lo pongo entre comillas, porque al elector colombiano hay que esperarlo hasta último momento.

¿Cuáles son las chances que tiene Petro de ganar y cuál es el nivel de cohesión entre los sectores de izquierda, porque a veces sucede que se dividen y eso conspira contra ellos mismos?

En Colombia, la izquierda ha sido caníbal. Hay algo que deben mirar: en el caso colombiano no se puede hablar de partidos, hay una alta personalización de la política, que se agudiza desde 2002 con Álvaro Uribe. Los ciudadanos eligen un candidato y en el congreso también eligen figuras y entonces es ahí donde veo con chances de llegar a un candidato como Petro que está organizando muy bien toda la estrategia electoral, y está haciendo cosas que el Petro de 2018 no hizo, como por ejemplo aliarse con políticos tradicionales de sectores de centroizquierda, como el Partido Liberal. En Colombia, el matiz era de centroizquierda, y muchos de esa clase política de centroizquierda ya se ha ido con Petro. En ciudades importantes como Antioquia, el bastión del uribismo, hay 125 municipios; en la elección de 2018, Petro ganó apenas en cinco. Pues resulta que muchos de esos que apoyaron el uribismo ahora se han aliado con Petro, que se ha aliado con parte del liberalismo para agarrar el “voto amarrado”. Hay una cantidad de senadores que lo apoyan. Empezamos a ver alianzas que uno pensaría que no tendría. Le veo alianzas con empresarios que antes eran grandes opositores, que decían que es comunista o que iba a expropiar, pero hoy están financiando la campaña. Yo le veo muchísimas chances.

Hace unos días leímos sobre los vínculos con el expresidente César Gaviría. ¿Es parte de eso?

El Partido Liberal tiene unos dos millones de votos amarrados. Y eso lo negocia siempre César Gaviria, que ha tomado al partido más importante del país como un partido cartel. Se lo ofrece al mejor postor y esta vez lo hace con Petro. En un primer momento no quería hacerlo, pero muchos senadores del partido han comenzado a hacer alianzas con Petro en sus regiones.

Después del 13 de marzo veremos quiénes son realmente los partidos que van a quedar con el poder político para negociar con el próximo candidato presidencial. Ahí es donde tiene una ventaja Gustavo Petro, que es hegemónico en el Pacto Histórico. En el Centro Esperanza, de centro, hay una cantidad de outsiders que tienen opción, todos quieren pero no se ponen de acuerdo. Lo mismo pasa con los del Pacto Colombia, donde están los exalcaldes de las ciudades más importantes del país.

La estrategia de Petro ha sido salir todos los días a la plaza pública y hablar con la gente. Ha venido haciendo una campaña “de tierra” desde mucho antes que los demás.

¿Hay una campaña de miedo contra Petro? ¿Se habla de que con él van a terminar como Venezuela, van al comunismo?

Es la campaña del uribismo. El país está lleno de vallas que dicen “vamos a Venezuela”, “no votes por un comunista”. Pero Petro, a diferencia de lo que pasó en la anterior elección, está teniendo lo que llamaríamos teflón. Un ejemplo: en una plaza pública salió borracho. Todo el mundo creía que lo iban a destrozar, de hecho lo usaron, pero no pasó nada, no se movió la aguja. No lo han podido parar. El discurso del Centro Democrático está quedando anacrónico.

¿Cómo visualiza que será la estrategia de Petro? ¿Hay dos tiempos o tiene chances de ganar en primera? ¿Cuál sería la estrategia en una segunda vuelta y por dónde podría acumular?

Estoy viendo que la idea de Petro es ganar en primera vuelta. Si el Pacto Histórico saca más de quince senadores creo que podemos estar contando con un presidente de izquierda. Petro les lleva mucha ventaja y todos le hacen campaña. Duque cada vez que comete un error lo único que hace es darle discurso a Petro. Los demás están con el mismo discurso: “Petro es comunista”. Le están buscando la caída, como con Piedad Córdoba que es una piedra en el zapato del Pacto Histórico. Ella tiene una relación con Chávez, con Maduro, con el empresario Alex Saab.

Seguramente la derecha va a organizarse muy bien para atacarlo y buscar excusas por todos lados. Petro tiene muchos enemigos, gente que no lo vota. Por eso no podemos decir que ya es presidente, faltan muchas cosas.

Si no gana en primera vuelta, ¿cuál sería el escenario ideal para Petro en una segunda vuelta? ¿Polarizar con un candidato de derecha? ¿Una candidatura de centro lo podría complicar?

Para Petro el mejor camino es ir a una final con el uribismo y el peor escenario es que queden los de Centro Esperanza, la centroizquierda. Petro es populista de izquierda, una alta personalización. Si va a una elección con Alejandro Gaviría o Sergio Fajardo (ambos de Centro Esperanza) la tendría difícil. Diferente si compite contra el uribismo o contra Rodolfo Hernández, que es un candidato sorpresa. Es un outsider, es como Donald Trump. No se alía con nadie, insulta a todo el mundo, dice groserías, es un multimillonario constructor que dice que la solución es con plata. Es muy difícil definirlo, si es de derecha o ultraderecha. ¿Qué es Rodolfo Hernández? No lo sabemos. En este momento está en segundo lugar, según las encuestas.

Recién habló del “teflón” que tiene Petro. En la medida que se instale la idea de que Petro puede ser presidente, ¿la derecha atacará mediante una campaña de miedo?¿Está preparado Petro para enfrentar una campaña de desinformación en redes?

Creo que hasta ahora lo ha hecho muy bien. Ha conseguido ese teflón, que no lo tenía antes. La estrategia de Petro es llenarse de aliados influyentes en cada región, tener la capacidad de publicar eventos masivos, de opinar, de generar cosas diariamente. La derecha lo único que hace es hablar de Petro. Esta campaña me hace acordar a la de Andrés Manuel López Obrador en México. Empezó arriba, se esperaba su caída y él fue coherente, y de principio a fin fue primero. Pasa algo parecido acá.

En estos días surgieron varias advertencias de posible fraude en la elección, ¿hay chances de que eso ocurra?

El sistema electoral de Colombia es complicado y está desprestigiado. Ambos lados desconfían de él. El expresidente Andrés Pastrana denuncia que la empresa que maneja el software es española y dicen que Petro habló con ellos. Pero al mismo tiempo, (el senador) Gustavo Bolívar, que es el segundo de Pacto Histórico, también está pendiente y quiere poner veedores, porque la empresa está a favor del uribismo.

Es tanto el temor de la derecha por perder, que ahora desconfían del sistema que ellos mismos manejan.

En este nuevo escenario de izquierda latinoamericana, con el eje Nicaragua, Cuba y Venezuela, la aparición de Pedro Castillo y AMLO, y ahora el triunfo de Boric. ¿Dónde se ubicaría Petro? ¿Lo ve más cerca de alguno de ellos?

A Petro nunca lo he ubicado como un radical. En Colombia hay otros más radicales como Piedad Córdoba, por ejemplo. Lo veo como un político de centroizquierda, aunque el uribismo se ha encargado de ponerlo como guerrillero. La izquierda en Colombia está mal vista porque se fue a la guerrilla. Uno tendría que ver las guerrillas de una manera muy diferente. Las FARC es una guerrilla marxista leninista y quería el poder, pero el M-19 es una guerrilla de ciudad, generada por estudiantes con una reivindicación social. Petro pertenecía a esa guerrilla, aunque no era líder de ella.

Sobre las elecciones del domingo 13, ¿cómo impactan esas legislativas respecto a las presidenciales de mayo?

El 13 vamos a ver a las fuerzas nuevas que van a entrar y a ver si el uribismo se mantiene. Ver qué pasa con el nuevo liberalismo. Si se dan los pronósticos vamos a tener una mayoría de centroizquierda y no como siempre una mayoría de derecha. Eso sería un buen indicio de cómo serían las elecciones presidenciales. Me atrevería decir que Petro hasta podría ganar en primera vuelta dependiendo de esta elección.

¿Quién está mejor en el Centro Esperanza, Fajardo o Gaviria?

Está difícil. Fajardo cometió un error en 2018 y fue aislarse de la elección. Dijo que se iba a ver ballenas y no fue a votar. Eso se lo está cobrando la opinión pública. Gaviría no ha podido marcar bien, pero si logra cristalizar, el que gane de ahí tendrá un impulso después del 13 de marzo. Ese escenario sería el más duro para Gustavo Petro. 

Especial elecciones Colombia. Servicio ARN

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