Boric y el calidoscopio electoral: ¿un mapa para el oficialismo?

Por Vicente Inostroza Sánchez

El pasado 11 de marzo se cumplieron dos años de la asunción de Gabriel Boric en la Presidencia de Chile, un período de tiempo que ha estado marcado por la turbulencia de los procesos electorales.

El escenario electoral turbulento de Gabriel Boric

Si pensamos que en el segundo gobierno del expresidente Sebastián Piñera hubo jornada tras jornada electoral, el gobierno del presidente Gabriel Boric no se quedará atrás. En el término de su mandato, si consideramos que se cumplen todas las primarias y segundas vueltas, sería el gobierno que tendría más elecciones y jornadas electorales desde la vuelta a la democracia (gráfico 1).

Desde hace algunos años, estamos en una época turbulenta a nivel político-electoral, con un desgaste desde la ciudadanía y la política. Aquello genera una visión cortoplacista en el vínculo de representación elector-elegido, una mezcla de visiones políticas entre distintos niveles del sistema político y una confusión en las responsabilidades de las decisiones que se toman en el poder. Si bien parte de las elecciones se dieron para canalizar la crisis de octubre de 2019, también este aumento de elecciones aumentó sostenidamente, desde el gobierno de Patricio Aylwin, por la cantidad de cargos electos democráticamente.

Gráfico 1. Número de elecciones (papeletas) por período de gobierno en Chile, 1989-2023

Fuente: Elaboración del autor con datos de SERVEL.

¿Qué consecuencias genera estas cantidades de elecciones para el gobierno de Boric, y sus sucesores en la presidencia de Chile? Considerando que cada semana existe una encuesta que evalúa la gestión presidencial y pone los temas en la agenda política de la semana, las diecisiete elecciones en curso posterior a las crisis socioeconómicas pueden generar un calidoscopio para el futuro del oficialismo. Utilizo de metáfora esta figura tubular porque, a través de distintas capas simulando los niveles de elecciones, podemos mirar la confusa realidad política chilena (incluso paradójica). Para tratar de observarla, debemos tratar de ajustar nuestra mirada ¿Solo existe oposición y apoyo al gobierno de Boric? ¿Ese apoyo siempre es permanente? ¿Existe un grupo que se mueve según el panorama y la situación sociopolítica? En esta columna, trataré de entregar algunas orientaciones territoriales ante la turbulencia electoral con datos de las elecciones que se han celebrado en el gobierno del presidente Boric, tomando su apoyo electoral que lo llevó a La Moneda.

Nuevas reglas, ¿nuevas direcciones?

No solo la gran cantidad de elecciones componen la turbulencia electoral en el gobierno de Boric, sino que existen otros tres factores a considerar. Primero, tal como se muestra en el gráfico 2, las recientes elecciones superaron el 80% de participación al considerar la población en edad de votar, situación que no se repetía hace treinta años atrás, desde 1993. Cuando Gabriel fue electo presidente, obtuvo un resultado histórico con más de 4,6 millones de votos. Sin embargo, fue la última elección con voto voluntario e inscripción automática. Después de diez años de este voto, más del 80% participó en el plebiscito constitucional sobre el nuevo borrador de Constitución Política, cercano a las ideas del oficialismo. Cerca de 8 millones de electores votaron para rechazar ese proyecto constitucional, lo que fue uno de los primeros fracasos electorales del gobierno de Boric. Por ende, desde esa elección, la votación será obligatoria y con inscripción automática.

Gráfico 2. Participación de la población en edad de votar en Chile (1989 – 2023)

Fuente: Elaboración del autor con datos de IDEA Internacional y SERVEL.

Nota: se toman solamente elecciones legislativas. Como en el gobierno de Gabriel Boric aún no hay dichas elecciones, se usó el dato de participación de la elección de Consejeros Constituyentes en 2023

Este tipo de cambio de voto, que pasó desde el voto obligatorio con inscripción voluntaria, luego al voto voluntario con inscripción automática y, finalmente, un voto obligatorio generalizado, no fue la única particularidad electoral que va a caracterizar el transcurso de Boric en la presidencia. También, desde el plebiscito de 2022, los locales de votación fueron georreferenciados a la cercanía de los domicilios del electorado. Es decir, si antes de asignaba el local de votación dentro de la comuna o en una división comunal, ahora la variación territorial intracomunal será mucho más precisa para ver la segmentación política del electorado. Estos cambios en las reglas hacen que los representantes de niveles mayores en el poder opten por no hablarle solamente a su grupo político, sino que a otro electorado que, incluso, nunca ha votado en una elección ¿Cómo cambia la configuración electoral del oficialismo, contando las elecciones que han pasado hasta la mitad del gobierno de Boric? ¿Cuáles son los desafíos del oficialismo para los próximos comicios electorales?

Ajustando el calidoscopio político para el oficialismo

A continuación, para ver el mapa político que está afrontando el gobierno del presidente Boric, realizaré una clusterización del apoyo oficialista en las elecciones de 2021, y los resultados electorales más afines al Gobierno desde 2022 hasta 2023. Para aquello, utilizaré un método de “K-medias” que promedia estas variables para agruparlas en ciertos grupos de comunas (ver tabla 1). Por ende, cada grupo tendrá comunas con perfil político parecido en su interior, pero diferente a otros grupos de comunas. Como utilicé la metáfora del calidoscopio, un ajuste óptimo para observar la realidad política del oficialismo es agrupar las comunas en cinco perfiles políticos, saliendo de la típica dicotomía “apoyo-rechazo” u “grupo oficialista-grupo opositor”.

En primer lugar, está el clúster de Bastión de Gabriel Boric. No solo cuenta con un alto respaldo en la primera y segunda vuelta, sino que con un considerable apoyo a la opción “Apruebo” del plebiscito de 2022 y a la lista de constituyentes oficialistas para la elección de 2023. Como veremos en la distribución territorial del mapa político (ver figura 1), gran parte de las comunas están en la zona urbana de la Región Metropolitana y otras en la zona central. También existen algunas capitales regionales que están rodeadas de distintos perfiles políticos, como Valdivia. Por ende, se puede deducir que existe un apoyo constante en estos territorios, pero no hay una mayor expansión hacia otras zonas de Chile.

Segundo, existe el grupo que se considera como un apoyo débil al presidente Boric. En las elecciones de 2021, no tuvieron un apoyo masivo en primera vuelta, pero sí hubo un aumento considerable en la segunda vuelta presidencial. Sin embargo, no han estado masivamente con las opciones más cercanas al oficialismo, incluso en el plebiscito de 2023 con la opción “En Contra”. Estas comunas se rodean del bastión territorial señalado en la zona central del país, sumado con otras capitales regionales como Copiapó. En tercer lugar, tenemos a otro grupo pequeño de comunas, pero refleja un patrón político interesante que se respalda desde el malestar político. Existen dos promedios que resaltan comparativamente a otros grupos: 1) un alto porcentaje en votos nulos y blancos de la elección de constituyentes de 2023; 2) un masivo apoyo a la opción “En Contra” en el plebiscito constitucional de 2023. Incluso, apoyaron mucho a Boric en segunda vuelta, pero ha tenido un apoyo muy discreto con las opciones afines al oficialismo. Estas comunas se ubican en las zonas extremas del país o más alejadas a la capital, por lo que se muestra una situación de exclusión política. En cuarto y quinto lugar, encontramos a las comunas que tienden o pueden inclinarse hacia la oposición de Gabriel Boric. A simple vista, existe un cierto patrón territorial (o autocorrelación espacial en términos técnicos) entre estos dos grupos, por lo que existe una amenaza político-espacial para el oficialismo en las próximas elecciones. Por un lado, están las comunas que pueden pendular hacia otra opción política distinta a la izquierda o centroizquierda. Su gran diferencia con el territorio más opositor es que hubo una disputa mayor en la segunda vuelta presidencial entre el opositor de derecha radical José Antonio Kast y Boric, pero durante el actual gobierno ha perdido apoyo político. Se ubica en gran parte del centrosur y sur, y algunas comunas del norte del país. Las capitales regionales que están en este grupo varían desde Iquique hasta Chillán. Por otro lado, están las comunas en oposición directa con Gabriel Boric, incluso desde su apoyo mayoritario a Kast. También están ubicadas en dichas zonas del país, aunque con característica más rural. Sin embargo, encontramos también el “cono de alta renta”, ubicado en la zona nororiente de Santiago.

Tabla 1. Promedios de porcentaje por elección de clústeres de mapa político de Gabriel Boric (2021 – 2023)

Fuente: Elaboración propia con datos de SERVEL

Figura 1. Clústeres de mapa político de Gabriel Boric en elecciones 2021-2023

Los dos Boric

Una vez ajustado el calidoscopio electoral de Boric, su gobierno ha estado disputado interinamente entre la izquierda y la centroizquierda. Visto del punto de vista electoral, su coalición de origen (Frente Amplio y el Partido Comunista) estuvo apoyándolo en la primera vuelta, mientras que el sector oficialista más amplio (donde se incluye el “Socialismo Democrático”) logró el triunfo en la segunda vuelta electoral. Con los resultados de las últimas elecciones de 2022 y 2023, ¿a qué Boric se puede acercar más? Se usaron algunas correlaciones tomando todas las comunas, y dos grupos con las cien comunas con más electores, y las otras 245 comunas restantes.

Por un lado, si observamos los resultados de la primera vuelta, existe una mayor relación con la opción “Apruebo” del 2022 que con las demás elecciones. Eso demuestra el cambio de timón que tuvo el oficialismo luego de la derrota del primer plebiscito constitucional de salida. Incluso, en una opción que reflejó el malestar y la apatía política con los votos nulos o blancos de la elección de 2023, existe muy poca relación con esa primera vuelta presidencial. Sin embargo, por otro lado, la votación de segunda vuelta tiene una mayor relación no solo con el “Apruebo” de 2022, sino con el rechazo al segundo borrador constitucional más inclinado a la derecha. También tiene una alta relación con los “votos de malestar” de la elección de constituyentes de 2023. Por ende, no es solo la unidad de las izquierdas que lograron un apoyo a Gabriel Boric, sino que también hay una relación en el relato que representa el malestar político y social.

Gráfico 3. Correlaciones entre apoyo a Gabriel Boric en primera y segunda vuelta, y elecciones entre 2022 y 2023

Nota: la línea morada agrupa a las 345 comunas (excluida Antártica), mientras que la línea roja son las cien comunas con más electores y la línea azul las otras 245 comunas restantes. Fuente: Elaboración del autor con datos de SERVEL.

¿Cuáles son los desafíos para el oficialismo que muestra este tipo de visión en el calidoscopio electoral? Primero, se muestra territorialmente que el gobierno de Gabriel Boric está apelando a un sector más centralizado del país. Es más, en comunas donde se disputó la segunda vuelta, no ha tenido un desempeño óptimo y siguen ligadas al malestar o apatía política. Por ende, si quiere avanzar territorialmente, debe apuntar hacia ese electorado. Segundo, si las reglas electorales apuntaran más a la coordinación entre partidos, las alianzas con las izquierdas se deben acompañar de un discurso común que vaya más allá de alguna realidad social, sino que aglutine distintas esferas sociopolíticas del país. Algún sector de la izquierda chilena siempre utiliza el concepto del “territorio”, pero realmente su mapa político es miope en no representar otros espacios de Chile. Tercero, el gobierno de Boric se alejó de la representación del malestar político que sigue vigente, quizás con otro sentido, pero es el “elefante en la habitación” que los sectores políticos no quieren hablar. Canalizarlo institucionalmente es la oportunidad para el oficialismo de, incluso, potenciar la representación democrática ante proyectos autoritarios en alza en América Latina ¿Cómo ajustará su calidoscopio para las próximas elecciones? Eso lo veremos.

Vicente Inostroza Sánchez (Chile) es cientista político y diplomado de Honor en Movilidad y Ciudad de la Universidad Diego Portales. Magíster en Desarrollo Urbano de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente es estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales UDP y docente en la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile. Sus principales líneas de investigación son: políticas de vivienda social, desigualdades socio-territoriales, y análisis geoespacial en ciencia política.

X: @ViceInostroza

Compartir
Facebook
Twitter
LinkedIn
lo último