Por Stefani Cossatti
El 1 de marzo de 2020 Luis Lacalle Pou asumió como Presidente de la República. Uno de los primeros desafíos del nuevo gobierno fue enfrentarse a la llegada de la pandemia del COVID-19 al país. Desde el primer momento de la emergencia, la comunicación fue una gran herramienta de combate del gobierno. Tres años después, tras un período largo de sequía, el gobierno se enfrentó a la crisis hídrica. Aquí, la forma de utilizar la herramienta parece no ser la misma.
13 de marzo de 2020 – 19 de junio de 2023
¿Qué tienen en común estas dos fechas? En ellas, el presidente Lacalle Pou, emitió una declaración de emergencia para el país. La primera, la declaración de emergencia sanitaria en el marco de la pandemia mundial provocada por el COVID-19. La segunda, declaración de emergencia hídrica que afectó a la capital del país y la zona metropolitana tras un largo período de sequía.
Son dos situaciones muy diferentes. Una a escala mundial, donde Uruguay fue un país más de tantos que le tuvo que hacer frente a la enfermedad; y otra a nivel nacional centrada en la capital del país y la zona metropolitana, donde la sequía provocó que las represas de agua que abastecen dichas zonas estén en su mínimo histórico de capacidad.
Más allá de las diferencias a escala evidentes, la forma de comunicar ambas crisis por parte del gobierno a la población se diferencia también en otros aspectos.
En marzo de 2020 la Coalición Multicolor comenzaba su mandato. La emergencia sanitaria fue el primer desafío para el gobierno liderado por Lacalle Pou. Desde un primer momento, a la hora de enfrentar la pandemia, se mostró como un gobierno sólido, centrado, en aras de hacerle frente a la situación. La fecha, quizá recordada por la gran mayoría de los uruguayos, corresponde al día en que el presidente anunció en conferencia de prensa los primeros casos de COVID-19 en el país, y en consecuencia la declaración de emergencia sanitaria. A partir de esa fecha la comunicación por parte del gobierno comenzó a ser fluida, diaria.
Cuántos casos nuevos se habían reportado, cuántas nuevas muertes por día, qué medidas nuevas se implementarían, cierre de posibles actividades, etc. Las respuestas a todas estas interrogantes eran esperadas casi religiosamente por un gran número de uruguayos que esperaba la comunicación del gobierno en horario central. El presidente se mostraba como una figura firme y fuerte, en pos de brindar la mayor información posible a la población. Junto al presidente, el secretario de presidencia, Álvaro Delgado, y el entonces Ministro de Salud, Daniel Salinas, fueron los voceros del gobierno que cobraron mayor relevancia a la hora de reportar datos a la ciudadanía.
Uno de los grandes aciertos del gobierno en cuanto al manejo de la pandemia fue la creación del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), un grupo de profesionales vinculados al área de la salud y las técnicas de datos que monitoreaba y daba recomendaciones con base científica al gobierno, para así tomar medidas que contribuyeran al manejo de la situación. Este grupo de científicos también cobró relevancia a nivel comunicacional, ya que fueron ellos quienes, con total legitimidad, encabezaron en varias oportunidades las esperadas conferencias de prensa a partir del 21 de mayo de 2020.
Los meses pasaban, pero la emergencia no parecía tener un final próximo. Varios sectores y actividades comenzaron a reactivarse y el desempeño de la administración y comunicación del gobierno parecía tener algún desgaste.
Luego de dos años, el 4 de abril de 2022, Lacalle Pou anunció mediante su red social en twitter la decisión de levantar la emergencia sanitaria.
El 19 de junio de 2023 fue declarada la emergencia hídrica en el país, pero acá la disposición en cuanto a comunicación por parte de las autoridades fue diferente. Coyunturalmente la unión de la Coalición oficialista no era la misma que en su primer año de mandato. Crisis internas en los partidos que integran el gobierno (y mediáticamente relevantes) como fue el caso Astesiano, Penadés, la salida de Irene Moreira del Ministerio de Vivienda, entre otros, parecieron debilitar la coalición.
En primer lugar, la población vio afectado el servicio del agua potable mucho antes de esta declaración. En febrero de 2023 el periódico La Diaria titulaba: OSE llama a “consumir responsablemente el agua potable” por riesgo de distintas localidades de quedarse sin abastecimiento. Esto significa que meses antes de declararse el estado de emergencia ya había indicios de que la falta de agua potable sería una realidad en el corto plazo.
El 26 de abril circuló en los medios la noticia que comunicó la decisión de OSE de aumentar los niveles de sodio y cloruro en el agua corriente. La calidad del agua ya no era la misma. Ante esto, sorprendió a muchos la falta de comunicación oficial sobre el tema.
El 16 de mayo, en conferencia de prensa, el gobierno anunció medidas para garantizar la calidad del agua en las zonas afectadas, agua que ya estaba alterada desde hacía ya varios días. A diferencia de la primera conferencia de prensa vinculada al COVID-19, el presidente de la República no se hizo presente. Encabezó la conferencia el secretario de presidencia, Álvaro Delgado, acompañado de los ministros de Desarrollo Social, Salud Pública y de Ambiente.
Un día antes de esta conferencia, la Intendencia de Montevideo (IM) entregó al Poder Ejecutivo un texto con “20 medidas para mitigar las consecuencias de la crisis del agua”, según se señala en una nota publicada en la página web de la comuna capitalina.
En esta línea, fueron claras las diferencias entre el gobierno nacional (Coalición Multicolor) y el municipal (Frente Amplio) en cuanto a estrategias para hacer frente al problema del agua. La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, fue acusada más de una vez por el oficialismo de querer sacarle rédito político a esta crisis, intentando desde su lugar conseguir soluciones que no parecían estar en la agenda del gobierno nacional. Fue mediática la supuesta oferta de un préstamo no reembolsable que ofrecía el BID al país como ayuda para mitigar la crisis. Crédito que no llegó a concretarse luego de que la oposición saliera al cruce de Cosse.
Otro hecho polémico fue la carta de pedido de ayuda diplomática que se envió desde la Intendencia a diferentes embajadas latinoamericanas. Esta carta fue respondida semanas después por Argentina, cuyo Presidente, Alberto Fernández, ofreció medidas de apoyo hacia nuestro país, entre ellas una planta potabilizadora móvil. Estos ofrecimientos tampoco fueron aceptados por el gobierno uruguayo, que si bien dijo no desestimar la ayuda, no la creyó necesaria en ese momento de la crisis. A diferencia de esto, durante la emergencia por el COVID-19, la ayuda de otros países fue bien recibida en nuestro país. El 25 de junio de 2021 Álvaro Delgado anunció en conferencia de prensa la donación de 500 mil dosis de la vacuna Pfizer por parte de Estados Unidos, hecho que lejos de causar conflicto fue aceptado y bienvenido por el gobierno uruguayo.
Estos choques entre gobierno nacional y gobierno municipal fueron recurrentes en este período de crisis hídrica. Quizás funcionales a la próxima campaña electoral, ambos intentan posicionarse en el mejor lugar posible, ganando adeptos con su gestión actual.
Stefani Cossatti (Uruguay) es estudiante del ciclo avanzado de la Licenciatura en Comunicación de la Udelar; en el trayecto de investigación. El tema de su tesis es polarización ideológica en redes sociales. Cursa materias de Ciencia Política en la facultad de Ciencias Sociales. Actualmente es pasante de comunicación en la Intendencia de Montevideo. Crisis de coalición es un trabajo del curso de Estrategias de Comunicación Política de la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República de Uruguay dictado en 2023.
Instagram: @stefani.cossatti
