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Javier Milei: ¿Un nuevo populista?

Por Lucio Guberman, Leonardo Motetta y Alan Stummvoll

Vamos a hacer un ejercicio, hipersimplificador, claro está, para evaluar si la categoría “populista” le cabe a Javier Milei. Tomamos lo que para Pierre Rosanvallon[1] son los cinco elementos constitutivos del populismo y chequeamos si son atribuibles al candidato libertario.

1. Concepción del pueblo fundada en la distinción entre ellos y nosotros

“Son ellos contra nosotros”, dice Milei. En la identificación de un “ellos”, un contradestinatario, Milei es contundente: la casta política. Los que gobiernan, los que gobernaron. “Vamos a derrumbar el modelo defendido por la casta política, que lo único que ha generado es transformar el país más rico del mundo en uno de los países más pobres del mundo”. “Les pido que nos acompañen en esta revolución moral, para ir a una sociedad que quiera vivir con el fruto de su trabajo. Primero estamos los que nos rompemos el orto laburando, no la casta política”. A la casta la quiere sacar a “patadas en el culo”.

El nosotros de Milei no es tan obvio, no es tan contundente ni evidente. La “libertad” es suficientemente amplia como para que nadie quede afuera del abrazo, solo descarta a quienes integran la casta. No hay exclusión de individuos, sí de identidades políticas que no priorizan la libertad: comunistas, socialistas y kirchneristas a quienes anula como “basura”, “escoria”, o “excremento”.

La definición del nosotros se da por la negativa, y es efectiva porque logra agrupar a todo lo que está afuera de un “ellos” muy acotado. La casta, a diferencia de otros términos como la clase o el sistema, refiere a un estrato social rígido, que tiene una posición fija en la jerarquía social la cual le otorga privilegios. El nosotros para Milei son todos los que están afuera de la casta, es decir, los que no disfrutan esos privilegios, los que trabajan para vivir, los que crean riqueza para la sociedad. Frente a la casta pueden agruparse identidades muy diferentes: trabajadores autónomos, estudiantes, pequeños empresarios, profesionales, etc.

Si no entramos en los detalles del nosotros, se puede dar por cumplida esta primera característica: Milei sigue la tradición dicotómica del populismo.

2. Teoría de la democracia fundada en tres elementos: directa, polarizada, inmediata

El populismo privilegia la democracia directa: más referéndums de iniciativa popular que debate parlamentario; plantea una democracia polarizada al “denunciar el carácter no democrático de las autoridades no elegidas y de los tribunales constitucionales”. También exalta “una concepción inmediata y espontánea de la expresión popular” que en buena medida explica el enfrentamiento con medios de comunicación de los líderes populistas[2].

Más que El Espíritu de las Leyes de Montesquieu, o los frenos y contrapesos de El Federalista, el populismo apela a la voluntad general. La desconfianza del populismo no se nutre de un miedo a las mayorías, por el contrario, la encienden los institutos contramayoritarios concebidos para “calmar las pasiones”.

Milei, presagiando la resistencia parlamentaria a sus principales propuestas de campaña, anuncia su vía directa: “Una es el referéndum que es vinculante, que tiene que pasar por el Congreso y, después, tenés la consulta popular que la podés impulsar sin su aprobación”, explicó y adelantó que “llamaría a un plebiscito para dolarizar” si se encuentra con este escenario.

“La crítica de los medios, central en la retórica populista, debe ser medida con la vara del principio de inmediatez”[3] de la voluntad popular, porque si la voluntad popular se manifiesta sin necesidad de mediaciones, deviene innecesario el rol de la prensa en la animación de la vida pública. Son numerosos los episodios en los cuales Milei evidenció su baja tolerancia al periodismo.

Al nivel del discurso preelectoral esta característica es claramente asignable.

3. Modalidad de representación mediante el “hombre – pueblo” destinado a remediar el estado de mala representación vigente

Con el protagonismo de un joven simpatizante de Milei, se viralizaron las imágenes a través de redes sociales de la llegada de 256 palas al Congreso de la Nación, una para cada diputado nacional, el diputado 257 es Milei quien no se incluyó en la distribución del símbolo de laboriosidad “porque combatir zurdos es un trabajo de tiempo completo”. Esta puesta en escena buscando mostrar a Milei como el “único” que trabaja en el Congreso conecta con este requisito de purificar la representación.

La puesta en escena de Milei tanto en actos como en recorridas territoriales busca el contacto directo con la gente, arenga, grita, canta: “No vengo a guiar corderos, vengo a despertar leones”.

Milei especifica el tipo de liderazgo al que aspira cuándo se compara con Moisés: “Siendo faraón quién le iba a negar liberar al pueblo judío; pero no eligió eso: se fue con el pueblo, se convirtió en un esclavo más, fue apresado y lo pusieron ante el Faraón. Le repitió que es judío y le exigió que liberen al pueblo judío”. Lo que Milei dice aquí es que no es lo mismo liberar al pueblo con poder o sin el mismo, el único camino moral correcto es ser uno con el pueblo. De esta manera se postula como el “hombre-pueblo” del populismo, el “primer trabajador” del peronismo.

Tercera característica populista de Milei.

4. Cultura política: movilización de un conjunto de emociones y pasiones

De intelección (teorías del complot): Milei denuncia al socialismo y al comunismo como corrientes ideológicas antagónicas a las “ideas de la libertad”. Hay que dar la batalla cultural día a día, teniendo cuidado, porque el socialismo no tiene problema en meterse dentro del Estado, de la cultura, de los medios de comunicación o en los contenidos de la educación”.

En esta narrativa, entra el acto organizado por Victoria Villarruel, candidata a la Vicepresidencia, para conmemorar a las víctimas del “terrorismo” durante 1976. Esto tensionó a los organismos de derechos humanos y reinstaló la narrativa del negacionismo. En este encuadre, el Estado encubre a los “subversivos y guerrilleros” lo cual refuerza la definición de que “el Socialismo se apropió del Estado”.

De acción (expulsionismo): en su entrevista con Tucker Carlson, Milei realizó un llamado a la acción contra el socialismo y el estatismo: “Argentina es un país que lleva cien años abrazando las ideas socialistas. La rebelión natural era ser liberales, los jóvenes encontraron a alguien que les habla de liberalismo para rebelarse contra el statu quo”.

En este sentido, también convoca al sector privado “hay que concientizar a los empresarios, para que inviertan en los defensores de “las ideas de la libertad”. Porque si no lo hacen, el socialismo se va a meter en el Estado y va a destruir todo. Por eso, tiene que haber un compromiso entre todos los creadores de riqueza para luchar contra el socialismo”.

De posición (abandono, invisibilidad): Milei encendió una motosierra en su caravana: “Tiembla la casta”, repitió desaforadamente. La puesta en escena de lo que muchos quieren y no pueden hacer: terminar con los privilegios de un hachazo, pero llevada a categoría industrial con la motosierra. La hipersimplificación como respuesta de problemas complejos frente a una política se muestra impotente ante electores impacientes.

Otro caso de denuncia de la invisibilidad de las mayorías Milei lo generó durante la sesión de Diputados en la que se discutió el repudio al atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El libertario criticó que se haya decretado feriado, diciendo “¿Alguien me puede decir dónde está el feriado para las víctimas de la masacre de Once? ¿O cuándo mataron al fiscal Nisman?”. Milei, en esa presentación, apuntó a la distancia entre la política y la gente “Los políticos no tienen privilegios respecto del resto de la población. Lo único que a ustedes les importa es cuidar sus privilegios. No aceptamos de ninguna manera este circo dantesco de la política”, finalizando con: “Ustedes se creen que son más que la gente”.

En este punto también Milei cumple el “requisito” populista.

5. Filosofía y política económica: nacional proteccionismo opuesto al librecambismo

El proteccionismo de los populismos remite a una concepción de la soberanía y la voluntad política, a una filosofía de la igualdad y a una visión de la seguridad. “La idea proteccionista presupone (…) la existencia de una entidad bien constituida que es preciso defender, entidad claramente distinguida de lo que sería exterior a ella”[4]. Se está aludiendo a la nación y en este punto empieza a ser necesario especificar ese “nosotros” que decíamos en el punto 1 Milei no deja claro.

Es que, al plantear un liberalismo de fronteras abiertas, no solo no da la talla de proteccionista necesaria para sacar un 100 en populismo por la impronta de su pensamiento económico, sino que también queda afuera el nacionalismo, componente central de cualquier populismo que se precie de tal.

Para los populismos un peligro a exorcizar siempre es la “confiscación perversa del poder popular por parte de la razón experta y la mano invisible del mercado”[5] y Milei parece encarnar ambos peligros: la técnica económica que se impone a la política y el mercado global como solución de los problemas argentinos.

En esta línea se inscribe la pretensión de adoptar una moneda extranjera en reemplazo al peso argentino, su propuesta más emblemática: la dolarización.

En síntesis

Caracterìstica del PopulismoPosición Milei
1. Concepción del pueblo fundada en la distinción ellos / nosotros✅ Casta vs laburantes.
2. Preferencia por la democracia directa✅ Anuncio de referéndums.
3. Modalidad de representación mediante el “hombre – pueblo”.✅ El único contra la casta. 257 – 1.
4. Movilización de un conjunto de emociones y pasiones.✅ Motosierras y quema del BCRA.
5. Nacional proteccionismo❌ No se verifica.

Conclusión

De los cinco elementos constitutivos del populismo, Javier Milei cumple con cuatro. Estos componentes resultan evidentes en el discurso del libertario, y son comunicados de forma constante, es decir, no son expresiones aisladas y excepcionales. Sin embargo, la ausencia de nacional-proteccionismo en Milei, a pesar de ser una de cinco características, pone en duda la utilidad de la categoría para comprender con mayor profundidad el fenómeno, o al menos, de hacerlo debería dar cuenta de una paradoja. Esto es así porque los populismos fueron siempre modos específicos de incorporación de grupos subalternos a partir de encarnar la nación y en tanto tal reclamar la intervención del Estado para reparar la injusticia de su exclusión. Milei en su rechazo de la intervención estatal y de la nación dificulta su inclusión en esta línea histórica: “toda acción estatal genera un daño más grande de lo que quiere corregir: pobreza, escasez de alquileres, desempleo. Cada vez que interviene el Estado, el resultado final es mucho peor que lo que teníamos originalmente”.

De insistir en la clasificación del libertario en alguna forma de populismo habría que dar cuenta de esa novedad: la inclusión de los grupos subalternos a los que interpela sin Estado y sin nación.

Lucio Guberman (Argentina) es consultor Político. Magister en Ciencias Sociales (UBA). Fue Director del Posgrado en Comunicación Política de la Universidad Nacional de Rosario y Coordinador Académico del Programa de Gobernabilidad y Gerencia Política (Corporación Andina de Fomento – George Washington University – UNR).

Twitter: @gubermanonline

Instagram: @lucioguberman

Leonardo Agustín Motteta (Argentina) es licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario. Se desempeña como consultor, analista político y redactor. Es investigador en el Centro de Estudios de Política Internacional de la Universidad Nacional de Buenos Aires.

Twitter: @Leomotteta

Linkedin: Leonardo Agustín Motteta

Alan Stummvoll (Argentina) es consultor político, licenciado en Ciencia Política (Universidad Nacional de Rosario), posgraduado en Opinión Pública y Comunicación Política (Flacso).

Twitter: @AlanStummvoll

Instagram: @alanstummvoll


[1] Rosanvallon, Pierre (2020). El siglo del populismo. Historia, teoría, crítica. Buenos Aires: Manantial.

[2] Rosanvallon, idem.

[3] Rosanvallon, idem.

[4] Rosanvallon, idem.

[5] Rosanvallon, idem.

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