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Brasil se reconstruye con Lula: éxitos económicos y victorias políticas

Por Rogério Tomaz Jr.

Diciembre de 2022. La victoria de Lula en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que puso fin al gobierno de extrema derecha, aún era celebrada por muchos simpatizantes del PT. Más que la batalla ganada contra Jair Bolsonaro, el resultado de esa elección fue la culminación del camino del héroe brasileño más famoso de la historia.

Lula da Silva, el niño que dejó el nordeste en los años 50, huyendo del hambre para buscar un lugar al sol en la metrópolis moderna e industrial que era São Paulo, la tierra de las oportunidades y locomotora del “país del futuro”. Lula da Silva, el líder sindical que desafió a la dictadura y a la izquierda tradicional y fundó un partido que aglutinaba a trabajadores, intelectuales y militantes religiosos. Lula da Silva, el líder que perdió tres elecciones presidenciales, ganó en la cuarta vez que se presentó, hizo el mejor gobierno de la historia y se fue con un 87% de aprobación en 2010. Fue detenido en abril de 2018 y se le impidió presentarse a las elecciones de aquel año. El expresidente pasó 580 días en una celda fría y húmeda en Curitiba, donde fue a parar gracias a una operación judicial dirigida por un juez corrupto y un fiscal movido por el odio y el fanatismo religioso, ambos guiados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Durante el período de persecución y calvario impuesto por la “Lava Jato”, Lula perdió a su mujer, a su nieto y a un hermano. Exactamente 1.729 días después de su detención, el hincha de Corinthians volvió a subir la rampa del Palacio de Planalto como Presidente de la República, elegido con un récord de 59,5 millones de votos. En las seis elecciones presidenciales a las que se ha presentado desde 1989, Lula ha acumulado la impresionante cifra de 240,3 millones de votos, un récord absoluto en el mundo occidental. La jornada del héroe a full.

Al iniciar su tercer mandato, Lula contaba con un gabinete repleto de líderes regionales que podrían competir en el futuro por ocupar su lugar, empezando por el vicepresidente Geraldo Alckmin, exgobernador de São Paulo en cuatro ocasiones y candidato presidencial al que Lula derrotó en 2006. Además de él, también formaban parte del equipo de Lula los exgobernadores Rui Costa (Bahía), Camilo Santana (Ceará), Flávio Dino (Maranhão), Márcio França (São Paulo), Renan Filho (Alagoas), Waldez Góes (Amapá) y Wellington Dias (Piauí). Otros grandes nombres del gabinete son Fernando Haddad (Hacienda), Marina Silva (Medio Ambiente) y Simone Tebet (Planificación), también candidata a presidente en 2022. Nunca en la historia de Brasil un equipo presidencial reunió a tantos líderes de gran peso político y simbólico como el de Lula en 2023.

El desafío de gobernar con tanta gente acostumbrada a decir lo que hay que hacer, en lugar de recibir órdenes, no sería tarea fácil. El propio Lula bromeó sobre ello en algunas ocasiones. A finales de 2023, sin embargo, el balance es extremadamente positivo para el gobierno, en casi todas las áreas.

En economía, Haddad tuvo autonomía para imponer cierto grado de austeridad, lo que disgustó a las figuras más desarrollistas del gabinete e incluso provocó críticas públicas de la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, entre otros exponentes del PT. Al mismo tiempo, sin embargo, Haddad entabló un intenso diálogo con los parlamentarios para garantizar la aprobación de medidas que aumentaran la recaudación, especialmente cobrando a los más ricos.

En este contexto, el Congreso consiguió, tras más de 30 años de debate, aprobar una reforma que hace el sistema tributario más simple, transparente y eficiente, con la creación del IVA y la devolución de los créditos fiscales al consumo a los contribuyentes, con el fin de aliviar la presión fiscal sobre los sectores más pobres. Fue una victoria muy celebrada por el gobierno, entre otras cosas porque fue aprobada prácticamente sin oposición, aparte de algunas críticas aisladas –y no muy consistentes– de los partidarios más radicales de Bolsonaro. Además de la reforma tributaria, el Parlamento también aprobó un nuevo régimen fiscal para regular los gastos y las inversiones del gobierno federal. Según Haddad, el nuevo régimen garantizará estabilidad y previsibilidad a las cuentas del Estado, sin obstaculizar las inversiones necesarias para el desarrollo del país en las diversas áreas estratégicas del proyecto político de Lula y del PT. Esta medida sorprendió y complació incluso a los sectores más pesimistas y anti-PT del mercado.

Las previsiones del mercado financiero a comienzos de 2023, que apuntaban a un crecimiento del PIB de solo el 0,79% y una inflación acumulada del 5,36%, resultaron ser totalmente erróneas. Brasil cerró el primer año del nuevo gobierno de Lula con una variación positiva del PIB del 2,9 por ciento y una inflación del 4,62 por ciento. El desempleo alcanzó a finales de 2023 el nivel más bajo desde 2014 (7,8%) y, por primera vez en la historia, Brasil superó la marca de 100 millones de personas activas en el mercado laboral. La evolución del PIB, además, ha devuelto a Brasil al top diez de las economías mundiales, superando a Rusia y Canadá y situándolo en el noveno puesto de este ranking, muy cerca de Italia, que ocupa el octavo lugar.

La inversión extranjera ha vuelto con fuerza. A pesar de la fuerte caída de este tipo de inversiones en todo el mundo, debido al escenario de guerras e incertidumbres, Brasil fue el segundo país que recibió más inversiones extranjeras en 2023, solo por detrás de Estados Unidos. Sobre este tema, cabe destacar que hubo una ola de anuncios de inversiones multimillonarias de la industria automotriz entre diciembre de 2023 y marzo de 2024. En total, diez fabricantes de automóviles[1] confirmaron que invertirán 104.800 millones de reales (21.000 millones de dólares) en Brasil entre 2024 y 2030.

Los presupuestos para salud (+12,85%) y educación (+7,85%) se recuperaron en 2023, con un fuerte incremento en comparación con el último año del gobierno Bolsonaro. Y la nueva versión del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) fue lanzada en agosto, con una previsión de inversión de cerca de 1,4 billones de reales hasta 2026, con proyectos centrados principalmente en la infraestructura de servicios de salud, educación, deporte, cultura, ciencia y tecnología, agua y alcantarillado, producción de energía limpia, transporte y otros.

Tras un largo diálogo con líderes de la industria, liderado por Alckmin a lo largo de 2023, Lula presentó en enero de 2024 un paquete de 300.000 millones de reales para financiar el sector, con especial atención a la innovación y la exportación de productos de valor agregado.

Para la agroindustria y la agricultura familiar, el gobierno presentó en junio de 2023 el mayor Plan Safra [programa de financiación de la agricultura y la ganadería] de la historia: 364.000 millones de reales, un 27% más que el año anterior.

Petrobras, la mayor empresa de Brasil, pasó 2023 batiendo récords de valoración en los mercados y, en febrero de 2024, alcanzó el mayor valor de mercado de su historia: 552.000 millones de reales (111.000 millones de dólares).

En el ámbito internacional, Brasil ha dejado de ser un paria y vuelve a liderar iniciativas regionales y mundiales en diversas áreas y temas. Los enérgicos discursos de condena al gobierno israelí por el genocidio en Palestina son los ejemplos más recientes de la voz activa y altiva del país en la comunidad internacional.

Hay muchas más cifras positivas y la lista de logros del gobierno de Lula en su primer año es enorme, pero este resumen es suficiente, creo, para mostrar que Brasil ha superado el período de atraso e incompetencia del dúo Jair Bolsonaro y Paulo Guedes y está de vuelta en la senda del desarrollo económico que incluye la reducción de la pobreza y la desigualdad social, sirviendo una vez más de inspiración para América Latina, las economías emergentes y el mundo.

Rogério Tomaz Jr. (Brasil) es periodista y analista político. Trabajó durante once años en la Cámara de Diputados de Brasil (2009-2020). Vivió en Montevideo (2017) y trabajó en el Parlamento del Mercosur. Vivió en Argentina (2020-2022), donde cursa la maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza. Volvió a residir en Brasilia y a desempeñarse en la Cámara de Diputados en abril de 2022.

www.rogeriotomaz.com | X: @rogeriotomazjr


[1] Stellantis (30.000 millones de reales), General Motors (17.000 millones de reales), Volkswagen (16.000 millones de reales), Toyota (11.000 millones de reales), Great Wall Motor (10.000 millones de reales), Hyundai (5.450 millones de reales), Renault (5.100 millones de reales), CAOA (4.500 millones de reales), BYD (3.000 millones de reales), Nissan (2.800 millones de reales). Stellantis es propietaria de las marcas Fiat, Peugeot y Jeep.

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